La biblioteca de la Medianoche - Matt Haig (Ojo, un spoiler)

 ¡Hola!

Hoy os voy a hablar de este libro, porque el de La coleccionista de secretos lo abandoné. No me gustó la temática (cuidados paliativos), no me gustó el personaje principal, no me era afín en el lenguaje (contesta de forma cortante) y sin quitar mérito ninguno a la obra, no era para mí. Y, por supuesto, recomendando siempre que la leáis porque yo soy muy naive y una mala respuesta en un conflicto laboral ya me pone nerviosa... pero bueno, yo lo abandoné; no sin antes leerme el final para ver el esquema. 

-Verás... -me dije, avanzando al final.

Conozco ése esquema narrativo y lo tenéis en cierta película de preciosos vestidos de colores, con un inicio musical estupendo... Queridos lectores, si en el segundo acto todo es felicidad, temed el final de la obra. El segundo acto es el de conflicto. Salvo, claro... que quieras hacer sufrir al lector.

Bien, dejando esa de lado. Vamos con esta obra: 



La biblioteca de la medianoche - trata de un lugar donde cada decisión tomada puede dar lugar a otra vida, en verdad a otro libro, y... bueno, imaginaos mi curiosidad. Me llegó la reseña por casualidad y me enamoré y esperé dos meses a que saliera en formato bolsillo. Lo empecé ayer.  ¿Una novela sobre lo que pudieron ser nuestras vidas? ¿En serio? ¡Tengo que leerla!

Solo llevo 50 páginas (leídas del tirón) en las que aparece una protagonista deprimida. No voy a decir más, de hecho, escribo la entrada porque (lo podéis leer en cualquier otra web) sus primeros capítulos son una cuenta atrás. Imaginad para qué,... si está deprimida. Pues eso.

Capítulos de página y media. Sin florituras. El estilo narrativo me encanta.

Escribo la entrada porque una frase me hizo mucha gracia. "Abrió Instagram" (en medio de su soledad) "Y se dio cuenta de que todos habían descubierto cómo vivir, menos ella"

¡¡JA!! (¡alucino y paro la lectura!)

Dice "descubierto" o "aprendido" pero pienso mientras leo eso:

-¡Nooooooo! ¿En Instagram? ¡Nooooooo! Nunca. Instagram es la red social de la Belleza. Generalmente. 

Justo hace dos noches reflexionaba sobre Instagram. Es inherente a esa red como lo es a la publicidad no mostrar realismo (salvo denuncia) sino aspiración. Si la Red se basa en "lo que debes querer ser", por defecto, no puede mostrar lo que ya es. Dejaría de tener sentido vender algo que "ya" tienes. En otras palabras: son todo productos.

A mí me hace una gran ilusión poder bailar como en el tutorial fast cars and superstars pero porque jamás en la vida seré tan increíblemente perfecta como las chicas que lo bailan. La gracia es jugar a intentarlo. 

Pero no en deprimirte por no ser esa persona.

Releí la frase.

"¡¡¡No puedes creerte eso como vida!!!"

Es curioso que la primera novela que me recomendó (de las primeras) mi compañero de curro se llama "Libertad" y contiene la frase:

-A estas alturas no han aprendido a vivir.

Referida al matrimonio protagonista. Fue hace muchos, muchos años, cuando la leí pero me sorprendió tanto. Era, si no recuerdo mal, de una vecina dicho a otra vecina. "No han aprendido a vivir". Pero, ¿cómo? Si son el sueño americano.

Esa frase me impactó.

Y, mira tú por donde, la prota de esta historia cree que no sabe vivir.

Devoré las siguientes páginas hasta que ya se me hizo un poco tarde...

Le acaban de poner en las manos El Libro de los Arrepentimientos. Lo gracioso es que algunos flotan, vienen y van, te arrepientes y no te arrepientes y me puse un poco roja porque eso me pasa a mí también. Una semana algo te parece un gran error y a la siguiente dices: "Nah, pero menos mal que hice esto" y a la siguiente: "Jobar, ¿por qué hice esto? Tendría que haber tomado el otro camino". Y la bibliotecaria dice:  con algunos arrepentimientos pasa eso.

Y ahí me he quedado.

Me intriga cómo resolver una trama basada en múltiples vidas. Ya que (caray, jajajajaj, me sirve para otra cosa) en punto final de convergencia es la historia actual. No creo que le permita elegir la vida paralela que más le guste. Yo creo que ella va a optar por "empezar" un nuevo libro. 

No lo sé, la verdad.

Tampoco sé que haría si tuviera en las manos la historia de todos los errores corregidos y su devenir. Sería absurdo. Me resulta fascinante que la decisión de pararme a tomar un café pueda suponer no tener un accidente. ¿Os acordáis de aquella vez que un gran obstáculo invadía el carril central? Volviendo del trabajo, dos camiones circulaban pegados en el derecho, en un carril que se acaba. Yo me asusté, no quería pasar al izquierdo porque la gente iba muy deprisa, así que no me quedaba otra que adelantar a los camiones antes de su fin de carril. ¿Y qué tenía delante? Producto de un accidente, un enorme obstáculo, más grande que el capot de mi coche. No supe que hacer y aceleré mientras me decía a mi misma:

"Eso no lo puede superar el coche"

Era imposible, era un bidón enorme. Iba a romper el parabrisas.

"Ay, madre". 

Bien, pues, queridos lectores, uno de los camiones golpeó el obstáculo con la parte de atrás de la caja (era un tráiler) y eso lanzó el obstáculo fuera de mi camino. Un milagro. Todavía alucinando por semejante intervención divina, pensé: "¡¡Los de la izquierda!!". Los que venían lanzados a toda velocidad por la izquierda... El bidón salió volando hacia allí. Imaginé que el coche de mi izquierda recibiría el impacto de lleno.

Justo en ese momento, el que me adelantaba por la izquierda era una moto. A toda pastilla. El bidón pasó a milímetros del motorista, que hizo una especie de requiebro, rebotó el bidón en la mediana y no sé dónde fue a parar porque tanto el motorista como yo, salimos ilesos.

Semejante cadena de causa-efecto es digna de... observación.

Ahora imaginad que tenéis una novela basada en cambiar todas las decisiones de las que os habéis arrepentido y poder leer qué habría ocurrido en vuestra vida. ¡Es una temática alucinante!

¡Saludos! 



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