Hoy he tenido la oportunidad de pasar un día tranquilo y pensé: "¿Y por qué no lees?". Me puse con un libro de misterio y asesinatos, de Nieves Abarca. Se llama "Crímenes Exquisitos". Os lo recomiendo, es genial (no es para niños, importante, es bastante fuerte). El comienzo no me gusta, considero que una mujer como Valentina, con esos recursos, no permitiría jamás que algo como lo que ocurre le pasara. Pero sé que ese comienzo está hecho para captar al lector y demostrar que es una persona muy fuerte. 

Tengo pendiente leerme otro libro de un asesinato que en realidad voy a regalar por Navidad. Pero es que... bueno, no pasa nada si antes lo leo yo, ¡jajaja! Además, así si no es del todo bueno, siempre puedo cambiarlo por otro. 

Un amigo me preguntó una vez: ¿Por qué te gusta tanto leer? Pues por lo siguiente: yo no puedo leer y preocuparme a la vez; ni leer y estar triste a la vez; ni leer y pensar en otra cosa a la vez. Cuando estoy leyendo, se calla todo lo demás. Es decir, "la voz de la lectura", que es una voz mental, lo ocupa todo, tiene toda mi atención, y además veo el libro como una película, pero mejor, más inmersiva.

La actividad es un deleite, me provoca placer. Y me quita el estrés. 

La persona que me había preguntado, contestó entonces: "¡Ah, pues eso es lo mismo que me pasa con el deporte!" y yo respondí: "en realidad es meditar". No es que sea exactamente eso, pero toda actividad que te hace estar presente y concentrado, es buena para el cerebro.

¡Y colorín colorado, la entrada de hoy hasta aquí ha llegado!

Felices lecturas