Os dejo los cuentos que voy publicando en ¡¡Ábrete-Libro!!

Visitaba los jardines y palacios en sueños, buscando siempre un signo que le revelara su destino. Xu Lian Yun, más conocida como La Princesa Virtuosa, era el orgullo de su nación. 

Cuando cumplió los 17, su padre publicó un bando anunciando que había llegado su edad casadera e invitando a todas las grandes familias nobles a presentar sus pretendientes. Así llegaron hasta el castillo imperial caballeros con el símbolo del Fenix pintado en la armadura. Seguidos de banderas ondulantes con un pez dorado, precedidas de otras con un ciervo blanco y una tortuga, acompañadas de emblemas con el ganso de la prosperidad y, por último, el dragón chino de agua.

Yao, el padre de la chica, vio desfilar a lo más gallardo de sus súbditos y confió en que la princesa eligiera, guiada por su corazón.

¡Ah, pero la joven estaba enamorada de un poeta! Y sin que nadie lo supiera, amaba en secreto a un joven humilde que le narraba cuentos por la noche y le dibujaba unicornios en el suelo del jardín.

-¡Es un mestizo! ¡Te prohíbo relacionarte con él! -dijo el emperador.

Un espía había avisado a Yao de este romance ilícito y tan poco adecuado, y Yao ordenó encerrar a la princesa en sus aposentos hasta que tomara una decisión. Debía elegir un pretendiente de entre aquellos que a él le agradaban.

-Esta noche te diré a quién elijo, padre -anunció humildemente Xu Lian.

-Sabía que al final entrarías en razón.

-No quiero seguir encerrada.

Según los chinos, el Gallo Celestial es un ave de plumaje de oro que canta tres veces al día. La primera, cuando el sol se está bañando en los océanos del otro lado del mundo; la segunda, cuando alumbra en lo más alto del cielo del imperio y la tercera cuando se esconde de nuevo al terminar la jornada.

Fue en el tercer canto cuando se oyó un grito procedente de los aposentos de la princesa.

Era su doncella, Chang, que había acudido a cepillarle el cabello como cada noche, pero en lugar de su ama se había encontrado con dos faisanes blancos sobre la colcha. Convencida de que eran animales celestiales alertó a todo el palacio con sus gritos.

Nunca más se supo de la princesa, ni de su indigno amante pero, temiendo que hubieran sido víctimas de un sortilegio, Yao ordenó trasladar a los faisanes a su jardín privado, donde la leyenda dice que vivieron largos años, siempre juntos, paseando entre flores de loto y rododendros. 

FIN.

3 comentarios:

Davidel dijo...

👏👏👏👏👏(palmadas)
Hoy he cenado comida china 👏👏👏👏👏👏👏 (más aplausos)

David Hernando (Davidel) dijo...

He ido a cotillear el foro "Ábrete-libro" he llegado hasta un relato erótico escrito por tí. Enhorabuena!! es muy bueno y el final sorprendente. Hace tiempo vengo pensando las ganas que tengo de hacer unas páginas de comic erótico (tipo relato en dos o tres páginas) Es un desafio, pues es algo complejo por lo que lleva dibujar el cuerpo humano. Lo mismo, si tienes mas relatos eróticos escritos, te pido permiso para dibujar alguno.
Enhorabuena y buen Lunes!!

Nelly dijo...

¡Jajaja! De todo puede haber ahí... He vuelto hace poco al foro para trabajar un poco los cuentos.. =)

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