El Muso dijo: "Medita y haz deporte".

Pero cuando fui a sacar la bicicleta, me dijeron que hacía frío, así que salí a caminar. Y al salir a caminar, puse una conferencia budista y la conferencia era un cuento:

"Érase una vez un bodhisattva que quería salir a caminar por el mundo. Y se dijo: a ver, ¿cuántos kilómetros de alfombra necesitaría yo para pasear pisando siempre sobre mullido...?"

Me dio la risa.

"sin pincharme, sin cortarme, sin que haga frío, sin arañarme, sin mojarme... quiero caminar, claro, pero no quiero hacerme daño ni sufrir..."

Mientras lo escuchaba pensaba: "sí.. ya, pues vas listo...".

"¿cuántos metros de tela harían falta... para alfombrar el mundo?"

Pensé en los ríos, en las piedras, en los caminos y me dio por reír. El prota del cuento no quería hacerse daño (lo mismo que yo, lo mismo que todos), pero salir a andar por el mundo pretendiendo que haya una alfombra a nuestros pies era un poco complicado. Me imaginé un globo terráqueo recubierto de alfombra roja. Sólo me faltó hacerle un lazo en el polo norte. 

Luego de saludar a un vecino, seguí escuchando la historia. Como el encuentro me interrumpió tuve que darle hacia atrás a la grabación y ponerla de nuevo.

"... ¡ah, ya sé!, dijo el bodhisattva, en realidad no necesito muchos kilómetros de alfombra... Sólo necesito .. calzarme los pies"

¡Jajajaj!

Claro. Zapatillas. Qué cuento tan sencillo y qué gran enseñanza.

En lugar de preocuparme por el mundo y querer que no pinche.. "ponte unos zapatos".

Llegué a casa, me puse a meditar. Me escribió una amiga. 

 Y sonó el teléfono al cabo de un rato y me llevé una sorpresa. 

-¿Qué tal estás? -era un amigo de un taller literario.

^_^ Rodead@ de gente maja.

Le tendría que haber respondido eso. ¡Jajaja!