Jueves. Sueños y carencias.

 

Hoy arranco la mañana con café.
Me desperté dos veces, la primera a las tres de la madrugada, por causa de un sueño precioso y porque me acosté con el pelo mojado. Cosa, dicho sea de paso, que jamás debéis hacer. Puedo constatar con rigor científico que si lo que quieres es levantarte constipada lo único que has de hacer es irte a dormir sin secarte el pelo. 
¿Qué hice? ¡jajaja! Pues secármelo a las tres de la madrugada. Taré dos minutos, me fui de nuevo a dormir, pensé: "ay que sueño tan bonito a ver si me acu...." y me dormí. Obviamente, lo olvidé. Una cosa es recordar historias y otra seguir soñando y recordar la de las tres de la madrugada.
Sí recuerdo el último sueño que he tenido. Pero porque era visualmente muy bello.
Arranca en la casa de mi abuela. Creo que las casas somos las personas en los sueños. No lo tengo claro, pero como tenía un sueño recurrente que era una casa sin fin, o más bien, que no terminaba donde debería terminar, pues supongo que se refiere a eso.
Hace pocas semanas tuve de nuevo ese sueño de la casa sin fin. Sólo que había sido reformada. Ese sueño me dio la paliza durante meses, y los primeros días que lo tuve eran pesadillas de auténtico terror para mí. No es que la casa no fuera hermosa, lo era. Cada cuarto nuevo parecía de una época distinta, y todo estaba oscuro y apagado, y yo tenía que descubrir... cada estancia. El sueño en sí era estupendo.... Si no te asusta Hill House, jajajja. Veía cosas que no deberían estar ahí (las habitaciones nunca se terminaban, siempre había otra más) y al llegar al final siempre había un jardín, un corredor de cristal (como un pasillo más bien) y una puerta rota o no cerrada. Y yo, qué queréis que os diga, me ponía histérica con aquella puerta. Pero bueno, no vamos a jugar a los detectives oníricos... Me estoy dando cuenta de que esos cuartos que no están ahí... es igual que ese ascensor que no va donde yo quiero o baja a plantas que no existen. Nunca jamás uses el ascensor en los sueños. Hay un 99% de probabilidades de que eso se transforme en pesadilla. 

El sueño de hoy no era así. Yo miraba a través de la ventana y en la colina cercana (vamos, que era la casa de mi abuela) veía otra casa. Y esa casa respiraba. Sé que os parecerá raro que una casa respire pero el sueño era de unos colores preciosos y estaba a medio camino entre la realidad y la ¿animación de ordenador? No sé, me resultaría imposible reproducir algo tan... bonito. 

Y, como decía, la casa respiraba. Era blanca, de madera, tejado de pico. Y allí, sobre la loma, parecía respirar (se hinchaba y deshinchaba como el pecho de un ser humano). Pero un tornado sobre la casa amenazaba llevársela volando. Tal cual. Así que miré por la ventana y lo que vi fue una casa respirando que poco a poco, en medio de un remolino de aire, salía volando. 

Claro... Imaginad mi cara.

"Eeeehhh..."

A ver, tú cuando ves algo así, cuando te asomas a la ventana y ves un toldo volar... piensas "hay tormenta", ¿no?

Lo siguiente que ocurrió es que yo me giré hacia quién estaba conmigo en la casa. Algunos personajes en los sueños me hacen de guía. Y allí había alguien indeterminado. No me preguntéis quién era porque no lo sé. Sólo sé que al volver a mirar por la ventana lo que vi fue un enorme caudal de agua. Como si mi casa la metieran dentro de un río. Y no digo un río sucio, ni una riada, ni ... no. Es como si meten la casa debajo de una cascada de agua azul y límpia ... lo más límpio que os podáis imaginar. Pero mucha. 

"Oh, Dios"

Me giré:

-¡¡¡¡Las ventanas!!!!!

Sí, todas las ventanas de mi casa estaban abiertas.

-¡¡¡¡¡CIERRA LAS VENTANAS!!!!!

Tarde. 
Tromba de agua... tremenda (madre mía, lo pienso y me río,... la prisa que me di en cerrar las ventanas, que incluso las cerré del revés, con la hoja cambiada, ya sabéis, sin cerrar del todo) y aún así por la puerta de la habitación entró una corriente imparable.

-¡Vámonos! ¡Venga, corre! ¡Sal de aquí, vámonos!

Ese era mi sueño. Huir de una descomunal corriente de agua azul y brillante que lo estaba anegando todo. Así que, recapitulemos (pues esto yo no lo he analizado todavía) tenemos una casa en la colina de enfrente que ha salido volando y mi propia casa...¿¿llena de agua?? ¿Y de dónde venía toda esa agua?

¿Os acordáis de ese corredor con cristales del sueño recurrente del que os hablaba? Llegué a él, sólo que era más grande, más amplio y al otro lado había... un jardín pero con una especie de acequia. Lo he visto más veces. En otro sueño. 

Y aquí pierdo un poco el final. Sé que había más gente, sé que el agua lo inundó todo pero que dentro del corredor estábamos a salvo. Y sé que había animales. Lo sé porque me enfadé. Yo intentaba poner orden y lo mismo se te cruzaba un rinoceronte que un mono chillón. De hecho, (perdón, son "monos aulladores", jajajaj) en un momento dado estaba organizando a las personas y salió un cheeta (=guepardo) a darse un paseo por aquel lugar y yo ya me enfadé aún más.

-¡¡¡¡¡¡CADA UNO A SU SITIO!!!! 

Y me desperté.

¿Cómo llamamos al sueño? ¿La casa zoo inundada y la escritora que trataba de poner orden? ¿y por qué la otra casa salió volando?
Si lo pienso bien era como fuerzas de la naturaleza ¿no? (agua, viento...) Pero que el de enfrente tenga problemas con el viento y yo con el agua... no es algo que alcance a entender.
Y, por otro lado, también hay que destacar que todo en el sueño -pese a la historia-, era como muy positivo. Todo muy brillante, muy alegre. El color del agua era precioso.

FIN!




Si me disculpáis, voy a acabarme el café y escribir mi novela.
Un poquito de concentración. (y orden)

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