En el que tengo un extraño sueño y sigo trabajando en el certamen Barco de Vapor.


Hace un par de días comencé un concurso literario juvenil muy famoso en España. No tenía pensado presentarme pero como no me paro quieta ni un momento, pues me puse con ello. Elegí un tema, escribí 10 páginas, consulté las bases del concurso y por casualidad di con el galardonado de este año cuya temática era muy similar.

"Vaya".

No sé a vosotros, pero a mí me pareció poco apropiado presentar algo que se pareciera a lo que ya había ganado previamente. No tenía sentido. Así que seleccioné el libro y lo arrastré a la papelera. Por cierto, por si no lo he dicho, en otoño saco dos novelas, juveniles ambas.

Me puse a pensar. Y elegí otra temática. Hoy voy a seguir trabajando en el manuscrito.

El caso es que, no tiene que ver con esto, pero he tenido un sueño super-raro hoy.

Estaba en una especie de Parque de Atracciones, (no lo puedo creer, se ha posado una mariposa a mi lado en la pared, jajajaj!), cuya temática era animales.

Tiene gracia, escribo con una mariposa al lado. Yo, de verdad, no sé qué creer de las dichosas casualidades. Y aquí está.... ¡jajajaj! Vaya, ahora me da la espalda... será que no quiere que me desconcentre.... Por donde iba... ¡ah, sí! Los animales...

En el parque de atracciones había de todo: osos, perros, gatos, halcones, monos, lagartos. (¡Jobar, qué preciosidad de mariposa! Tiene unas alas increíbles ... Se fue!! casi la ataca una urraca!!)... Por donde iba, ah, sí, los animales. Era un sueño un poco raro porque iba de esconderse de todos estos bichos.

Y de repente, los animales comienzan a ¿matar? a la gente. No era matar, exactamente, pero sí que si atacaban a alguien, ese alguien se convertía en animal. O algo así.

Y de repente, la temática cambia, y yo me enfado. Fui, muy enfadada, a hablar con el dueño del parque. Quería pasar desapercibida, pero un cuervo delató mi posición.

-¡Serás bicho irrespetuoso! -alcé el puño.

Llamó la atención de unos lobos, así que tuve que escaparme de ellos y de un oso, y así llegué frente al dueño del parque.

-¿Qué estás haciendo con la gente?
-Nada -me dijo-, es que voy a cambiar el Parque.
-¡¿Cómo que lo vas a cambiar?!
-Sí. Ahora quiero un parque de Vaqueros.
-¡¿Qué?!

Bien, este sueño no era un sueño bonito y amable, sino un poco angustioso.

-¿De vaqueros?
-Sí.
-¿Y por eso estás cargándote a los visitantes?
-Sí.
-¡No puedes hacer eso! 
-Sí que puedo.
-¡El parque es de animales!
-Ya no. Ahora va a ser de temática de vaqueros. Del oeste.

Fruncí el ceño, apoyé las manos en las caderas. 

-¿Por qué cambias la temática del parque?

Y esto fue lo que me respondió esta persona:

-Porque he comprado siete millones y medio de complementos de vaqueros en Amazon.

Tal cual.
¿¿??

-¡¿Qué?! 

Yo estaba perpleja.

Imaginé visualizando, como cuando estas despierta, que aquel señor se había comprado un montón de sombreros, pistolas y pañuelos, bridas y cantimploras, herraduras y cinturones... en la tienda on line. Y, claro, ahora tenía que gastarlos. 

-¡No puedes hacer eso! 
-Sí que puedo.
-¡Pero el parque no es así!
-Yo soy quién pone las normas.

Y me desperté.

¡Será posible, tío mandón!
¡jajaja!
Creo que sé porqué viene el sueño... pero de verdad, tengo un cerebro muy "toca-narices".
Voy a ver si lo "entretengo", haciéndole escribir novelas. Y de paso, entretengo a otros ^_^ lectores. 

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