Tokio 2021
Acaban de posponer los juegos. Un amigo mío está involucrado en ellos, y ... le dije: "bueno, así tenemos más tiempo para ahorrar e ir a verte, ¿te imaginas una tertulia literaria allí?"
-Pues claro -responde-, por supuesto en inglés.
-¡Nooo! ¡En español o japonés, porfa!
Además, yo estoy enamorada de Tokio. Años (desde niña) diciendo: "Tokio no me va a gustar, Tokio no me va a gustar, yo quiero ver Kioto...". Porque yo no quiero ver ciudades.
El tori del jardín imperial me dejó absolutamente patidifusa. Fueron varios mis momentos patidifusos en Japón. Y muy absurdos. El primero ese tori, gigante y tan hermoso. Ese jardín, de verdad, estar junto a esa puerta en ese jardín y el árbol que hay en la esquina del patio del templo sintoísta... Allí hay un arce. Hay un arce, como quien no quiere la cosa. Os prometo que ese arce no es normal. Os lo aseguro, tú lo miras y allí ves... no sé, como que lleva vivo mucho tiempo.
El segundo momento fue un supermercado. No había nadie -ya lo he contado más veces-, y el que atendía era un joven japonés delgado y desde luego no más alto que yo. Había una cola y había un par de personas, en toda la tienda, estaba muy vacía realmente. Me acerqué al japonés a preguntar y la manera que tuvo de pararme... ¿? Me paró con un gesto de la mano, sin más. Pero es que tendríais que haberlo visto. "Soy más grande, más fuerte y más alta... y más mayor, ¿cómo se atreve?". No me dio tiempo a pensarlo con palabras porque seguía perpleja ante la determinación del movimiento. Un simple movimiento con la mano. Con lo débil que parecía. Aquel movimiento no era débil. Fue rápido y con total seguridad. Pero es que lo que ocurrió a continuación fue aún más raro. Fruncí el ceño y miré alrededor...
Con la tienda vacía y tras titubear, me puse en la cola. Que no era tal, no había cola. Era una simple raya en el suelo. Y el mismo japonés que me había dejado patidifusa, me hizo una reverencia y sonrió.
-¿¿¿?????
No, en serio, es que me quedé alucinada. Yo le pregunté, él me contestó, inclinación, reverencia, reverencia... salida de la tienda. "¿Qué puñetas acaba de pasar?"
-¿Pero qué...? ¿?
El país estaba repleto de normas y mi compañero de viaje me dijo en una ocasión: Este lugar está lleno de Nellys...
¡Jajaja! ¡Mentira!
El país estaba repleto de normas y mi compañero de viaje me dijo en una ocasión: Este lugar está lleno de Nellys...
¡Jajaja! ¡Mentira!
Momento número tres: no sabía que Tokio tenía bahía.
Apenas pasé 48 horas en la ciudad, así que fuimos a un solo sitio (a dos, el barrio manga y la bahía). Y fuimos en el tren sin conductor. Y llegamos a la bahía. Y al ver aquello... fue igual que en el supermercado. La chica que viajaba en el mismo grupo me vio la cara y me dijo (ella viajaba sola):
-Tú nunca has estado en Shanghai, ¿verdad?
Pues no.
-Y tampoco en Nueva York, ¿verdad?
Tampoco.
He visto Tulum y el desierto del Sáhara.
También he estado donde empezaron a tocar los Beatles....
Y en el cementerio judío de Praga... Y en los acantilados por los que subía el pirata Roberts también, jajaja. Esos están en Irlanda.
Si tuviera dinero y no tuviera otra cosa que hacer, viajaría.
Jo, ahora tengo ganas de liar a mis amigos con algún viaje jajajaj!
¡Y no puedo, hay cuarentena!
(dije que no escribiría hoy pero tengo morriña).
Salud.
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