En el que hago un pastel...


Ayer por la tarde quedé con un amigo y mientras tomaba una infusión, le contaba el mal día que tenía. 

-Creo que estoy cambiando demasiado rápido -dije.

Mi amigo se echó a reír y me contestó: "sí, ahora lo ves, el siguiente paso es aún peor... que lo veas y te de lo mismo...".

Entonces mi amigo me contó que él también se encontraba mal, pues un compañero músico había muerto. Dijo que esta persona tenía una vida complicada, y de repente se fue, sin más. Esto, como os podéis imaginar, descentró a mi amigo. Y con el día que llevaba yo, de repente la conversación fue hacia... la vida no parece tener ningún sentido. A no ser que se lo des.

Enfadado él y enfadada yo, el tono se fue elevando hasta que tocó "mi fe" y entonces tuve que pedirle que la conversación no continuará.

- Es que sigues sin querer ver las cosas -me dijo.

- No. No es que no las vea, es que no estoy de acuerdo contigo. Si la felicidad de alguien es tener un cochazo y así es feliz de verdad, pues vale. Para mí no es nada malo.

Es posible que no le comprendiera, yo me quedo siempre en las formas y el fondo a veces.. lo paso por alto. Bien pensado, mi amigo me estaba diciendo que le parecía absurdo el sentido de la vida basado en conseguir cierto estatus y dinero. Yo me defendía preguntándole qué diferencia hay entre ser feliz tejiendo un mantel o ser feliz gestionando acciones bursátiles. Siempre que seas feliz y no hagas daño a nadie (y si haces el bien, mejor) en esencia no hay diferencia. La vida va a ser igual y te vas morir igual.

-Ya pero es que ellos se creen alguien...

-A ver, a ver... ellos serán lo que crean que son. Aquí el tema es ser feliz. Si tú eres feliz siendo rico, pues estupendo. Y si eres feliz siendo menos rico, genial también. La clave es ser feliz y no hacerle daño a nadie.

Sin llegar a conclusión alguna, me despedí, no sin antes pasar por la biblioteca donde saqué todas las películas que el carnet me permitía. Desde aventuras espaciales a una que la bibliotecaria me dijo: "Uy, esta la tengo pendiente, me tienes que decir si te gusta o no" ("En lugar del señor Stein").

Antes de despedirnos le di un abrazo a mi amigo, que me dijo: "Uy, se te han juntado hoy muchas cosas me temo. La vuelta de Florencia, esa otra desilusión, el regreso al trabajo y ese misterio con tu coche..."

A mí el trabajo me encanta. El problema no debía de ser ese.

Me fui a dormir a las diez de la noche tras ver un episodio de American Gods. En una serie hiper-violenta que estoy a punto de abandonar... pero que voy viendo (para mí, es demasiado bruta), poco a poco porque me satura. Trata de que los dioses solo existen si crees en ellos.

Sentada en el sofá, miré el sentido de tener esa serie delante. "¿Y por qué me llega a mí esto ahora?" Y entonces esa cosa interior me preguntó que de qué iba la serie. "De creer". Cada uno al morirse tiene aquello en lo que cree. "De todos modos, no me gusta nada. Los tres primeros capítulos son una salvajada, que lo que me hace es pensar que la gente está muy insensibilizada para poder tragárselos sin más".

Me fui a dormir pensando: "por favor, nada de sueños hiperrealistas". Y me pasó algo curioso. El despertador sonó a las 5,45 de la mañana. No es su hora de sonar, por lo que me pilló en la última fase de un ciclo de sueño en el que estaba soñando una historia, pero me llevé tal susto que al despertarme busqué ese despertador (que es el segundo, por tanto, el que nunca suena) pensando: "¿qué? ¿qué pasa? ¿qué ocurre?? ¿Por qué suena ese despertador? ¿Y el del móvil?"

A trompicones alcancé la luz (en un buen rato) y cuando comprobé la hora me entró un ataque de risa. El día anterior antes de irme a trabajar, había movido la manecilla del reloj, a posta, cosa que a veces hago, pero que siempre recuerdo volver a colocar en su debida hora al acostarme. Era un error, un fallo, pero estaba tan feliz de haber olvidado el sueño (esta vez, no molestan, me dije) que decidí ponerme en marcha y llegar antes a trabajar.

Por el camino iba pensando en cómo gestionar mi tiempo, y no puse música, ni mantras (conduzco con mantras, me pongo demasiado nerviosa al volante) porque quería escuchar mi mente. El silencio o lo que fuera que pasara por ella. Y al cabo de un rato, me dije que era afortunada, que ese lío con el coche tenía arreglo y contaba con alguien que me ayudara con los papeles. 

Casi de inmediato interrogué a ese yo interior sobre si mi nueva actitud bastaría para que el problema se solucionara solo.

¿Sabéis la respuesta? La sabéis, a que sí. No hacen falta palabras. Vosotros la sabéis, yo la supe, y seguí conduciendo.

Llegué al trabajo y me encargaron una cosa (con la que había soñado hace unas semanas), y... quizá por el dichoso sueño, la cumplí a rajatabla. Lo que implicó caminar 4765 pasos en mi oficina. Diréis, te has pasado el día corriendo. Pero era feliz, me sentía útil. Igual la clave de todo era subir y bajar escaleras, pensé.

A la hora correcta, el Muso entró por la Sala y me vio felizmente mientras gestionaba un archivo roto con un compañero que no estaba en la oficina. Al compi le conté cosas y se reía diciendo: "Mare mía, lo que has cambiado..." Y yo contesté: "Sí, pero demasiado rápido. Me estoy volviendo mala" y mi compañero contestó: "Es la misma maldad que Sheldon cuando devuelve las cintas al Videoclub sin rebobinar. Así que tranquila, puedes ser todo lo mala que quieras, porque es una maldad la mar de graciosa..."

No sé, la maldad es maldad... quizá esto no sea maldad. Quizá sea otra cosa.

Tras esto recibo un mensaje, con un muñequito sonriente, en el que el que me indicaban que el asunto del coche quedaba resuelto, porque en realidad nada malo pasaba.

Al volver conduciendo pensé: "tengo que dar las gracias por todo esto..." Y pensé en hacer un regalo. Pero, ¿cuál?

^_^ 

Voy a poner una pista:


¡Sí!
Un bizcocho.
Así que estoy terminando de hacer un bizcocho de chocolate con yogurt de limón. ^_^ Y después de esto voy a meditar un buen rato, y escuchar música o interesantes vídeos de Youtube que me cuentan cosas que ayudan...

Y luego puede que vea un trocito de la serie pero no lo sé... la verdad es que hay capítulos que me salto cuando me enfado y no me gusta lo que estoy viendo. La idea es original pero en exceso violenta, yo hay cosas que salto. 

Saludos!!!!

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises