Si os habéis quedado tan (sorprendidas, sobre todo sorprendidas) como yo... esperad a conocer al personaje: es un auténtico cardo. Bueno, no es que sea un cardo (abriría un extenso debate sobre "¿por qué a las mujeres nos atraen los malotes?") Es como un hombre del pleistoceno (si es que había hombres en esa época)....

A ver, voy a buscar "pleistoceno" por si acaso....

Pues sí que había, es el Paleolítico, por lo visto. En fin, ya me entendéis. Se pasa la película gritando: "Esteeeelaaaaaa, Esteeeelaaaa"... como un gorila. Pero luego, ja ja ja, tiene cosas que están bien. Y perdonad que sea tan coloquial en el lenguaje y si se me cuela alguna falta, escribo con poco tiempo para ello. Total, que Blanche, la hermana de su mujer, llega a su casa porque no tiene donde meterse, aunque eso es algo que al principio de la película no sabemos. Y Stanley lo primero que le dice es: "a mi no me engañas, hermana". Porque no se cree su papel de princesa rota y dolida. Blanche al principio parece así como un poco... nerviosa, pero es que luego ves que está totalmente trastornada. Se le va la cabeza, se inventa la realidad, es mentirosa, engaña, es poco ética, no tiene valores ni autoestima. Madre mía, necesita un psicólogo. 

Otra cosa que llama la atención es que Stanley cuando pierde los papeles... llega a ser maltratador con su mujer. Pero, la mujer le perdona constantemente. No porque Estella sea idiota, ni mucho menos, lo que está es enamoradísima. Ambos lo están. Y discuten. Discuten mucho, a mí Estella me cae bien, tiene genio y es buena con su hermana.

A Blanche empecé a tenerla atravesada a mitad de la película. Y luego cuando se quedan solos pensé: "Aquí se va a armar una buena". Y la lía, claro, Stanley la acorrala, se mete con ella y al final como es un bruto....

Pero es muy curioso ver dos personajes así, frente a frente. Que no digo "enfrentados", porque no se trata de eso. Basta encerrarlos en la misma habitación y ya la lían ellos solos. Es muy interesante. Las pelís antiguas no tienen efectos especiales pero están dotadas de una psicología tremenda. Me resulta asombroso.

Hay una cosa que me ha gustado. Cuando el chico buenazo y soso que se enamora de Blanche llega a la casa y le echa en cara todo, y la abandona... luego Blanche (ya loca del todo) pues... relata la escena contando un montón de patrañas. Claro, yo me estaba poniendo de los nervios. Pero luego he pensado una cosa... ¿merece la pena? Cuando ves que algo no esta bien o cuando la gente miente como una cosaca, ¿merece la pena contrariarlos? Siempre he pensado que existe una única versión correcta de las cosas y me esforzaba porque todos coincidieran con esa única y maravillosa visión (vamos, la mía, jajajajajajjaja) Pero... es imposible luchar contra todas las ideas locas del mundo. Mirad a Stanley: Blanche se pone a mentir como una cosaca y el otro callado y al final es que se ríe y dice: "ya, ja-ja-ja, no te creo una palabra". Y punto. Stanley no se pone a ver si ... no sé explicar lo que trato de decir. Alguna vez he pedido un "manual de humanismo", ¿no? Porque este mundo no hay quien lo entienda. Bueno, pues se aprende mucho viendo cine antiguo. 

De la gente, quiero decir. De los personajes. Para no juzgarlos tanto y simplemente verlos. Stanley es un bruto animal... un gorila. Pero hay que reconocer que tiene un cuerpazo increíble, que esta muy enamorado y que ¡puñetas! no se traga el rollo de Blanche. No es nada tonto. Por otro lado, Blanche es una mentirosa sin escrúpulos pero... te acaba dando pena. Quiero decir que buenos y malos, blancos y negros, no existen (más que en el color) y ni esas, porque muchos son grises... ¡Eso es! ¡Los personajes grises! Y no me refiero a los tonos... me refiero a que nada es absolutamente algo. 

Ahora que lo pienso esta pelí no tiene buenos y malos. ¡Caramba, es muy interesante!

Tengo taller de literatura dentro de una hora y no tengo escrito el relato.

¡Puñetas! ¡No llego!

Ciau!!!

(y Nelly se pone corriendo a escribir un relato de 250 palabras...)