Mi jefe se va.
Sé que por norma no es buena idea escribir cosas cuando se está triste, enfadado o de mal humor. Pero es que... tengo la ligera sospecha de que esto no va a mejorar. Mi jefe se marcha. ¿Y qué? diréis. Bueno, es que no era un jefe cualquiera. Su grupo de once era -es-, el que mejor se lleva de la compañía y esto es así porque no hay persona más activa, dinámica, justa y respetuosa que mi jefe. Y no lo digo, lo dice todo el mundo. Siempre me hace reír cuando estoy estresada, y me fascina que es capaz de dirigirse a cada uno, dando la sensación de que lo comprende y comparte muchos puntos de vista con él. Yo me acerco y por lo bajini digo: "Eso es una técnica de coaching" y él se ríe y me dice: "¡Aparta pa´llá!" y se pone colorado. Tiene unos ojos azules enormes y el pelo rizado. Y antes era director de una Escuela de Actores. Dice que tengo alma de reportera y que no pierdo detalle, ¿yo?, pero si soy una despistada, le contestó. "Ya, ya,... ya hablaremos", me dice....
¿Véis? No es bueno encariñarse con la gente, luego se marchan...
¿Véis? No es bueno encariñarse con la gente, luego se marchan...
Nelly.
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2 comentarios:
Te entiendo ferpektamente. El año pasado fue un pequeño infierno en mi trabajo por culpa de las personas a las que tenía que "rendir cuentas". Y el año que viene, se marcha el jefe con el que mejor me llevaba.
Casi lo mejor es tomar aire y contar hasta cien, que los disgustos vienen siempre sin que se les llame...
Si por mi fuera tendría una colección de botellitas en las que meter a la gente que me importa.
Hay quien colecciona barcos...
Nell.
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