Yo, cuando me siento como los indios, mis rodillas no llegan al suelo, para que lleguen al suelo debo malcolocarlas y doblar hacia afuera los ligamentos.

Puedo hacerlo, pero no es sano.

Si coloco un cojín que eleve mi cadera y bajo las rodillas al suelo, hago una postura que cruje y malforma mi cadera. Si el médico, que en su día me dijo: "Eres de esas personas que tienen la espalda con la curva pronunciada, que es muy bonita pero da problemas, justo encima de la cadera. Y, además, tienes un poco de escoliosis, ten cuidado con las posturas" ...me viera haciendo esto...  Pues se enfadaría. Mucho.

Yo llego con la punta del dedo gordo del pie a la nariz. No creo que sea un problema de flexibilidad.

Creo que la postura no es sana.

O yo no sé hacerla... para el caso, es lo mismo.

Y mi profe no puede hacer más. Yo no puedo llevar el cojín al trabajo y él no puede enseñarme. 

Así que... resulta que en el camino cristiano pues si le preguntas a un diácono si de verdad importa más arrodillarse en la tercera baldosa y no en la quinta, en lugar de la buena-intención y la compasión y te dice: "nah, es que te falta fé"...

Y yo pensé: "por fin tengo un camino donde puedo preguntar cosas"

Pues olvídate, porque no sabes poner las posturas.

Estoy harta. No hago más que intentar aprender sola y llevo 16 años así... y pensaba que al menos esto lo hacía bien.

El que me enseña me ha señalado que lo hago mal.

Y yo no sé hacerlo de otro modo. Y él no puede enseñarme. 

Así que, ¡chis pum!

Meditaré mal el resto de mi vida.

Toda la ilusión que tenía yo de meditar y avanzar y resulta que, tras 16 años, ni siquiera he aprendido eso.

😭😖 Por más que la niña del dibujo se esfuerce, si pega las rodillas al suelo, se rompe la cadera. Y si me siento sobre un cojín, pasa lo mismo. No tiene remedio. Así cómo voy a aprender. Y no me vale leer un texto, ya he leído mil textos... por más que lea textos mis rodillas siguen donde está. Estoy muy triste. 

Saludos!!