Valores y profesores.

 Yo tenía doce años y era mi primer año de instituto. No os cuento más de lo oscuro que era todo por entonces, porque... como ya sabéis, tendría que hablaros de las noticias de la tele (uno que casi se corta las venas (es real, se salvó por afortunado) cuando lo lanzaron contra una de las ventanas, se partió en enormes trozos y se cortó en diagonal todo el brazo, jamás he visto tanta sangre...); otro que acabó en el hospital sin un trozo de pulmón, por peleas callejeras. Una profe sustituta a la que tuve que acompañar a la parada del bus porque expulsó a uno de mis compañeros y la amenazó ... de una manera tan terrible y grandilocuente que la buena mujer se echó a llorar en clase. Madre mía, madre mía... qué salvajada de mundo.

Y esto es "lo suave". No fueron buenos tiempos.

Dicho esto, hay que reconocer el mérito de Ismael 🤣🤣 un señor "cuadrado", de Valencia, que había estudiado teatro y era el único (quizás por su formidable constitución) capaz de ... no sé, evitar conflictos. Mi hermano decía: "¿Has visto como levanta los balones medicinales de 8 kilos, Eva?" Yo le miraba con esta cara: 👁️😐 ¿qué? no... ¿qué?

Y mi hermano decía:

-Con una sola mano.

La siguiente vez que me encontré a Ismael en el patio había una panda al lado de la que mejor no hablamos. Ismael (cuánta inocencia...) con aparente "casualidad" se acerca, se agacha ligeramente, levanta un balón medicinal con una sola mano y nos mira en silencio con el rostro más severo del mundo. Los de la pandilla se dieron codazos y el ruido cesó por un instante.

Era actor.

¡¡Ismael era actor y nosotros idiotas!!

Antes de que os hable de la palabra "valor", hagamos nuevamente dos pequeños homenajes a este gran hombre que no supe en su momento (lógico) ver. Un día entró en clase. ¡Menuda clase! Y quizás aquí fue la única vez donde le vi un poco, porque empezó a reír.

Pero a reír... como un actor de ópera. ¡Jajajajajaj!

Pero de verdad.

En medio de aquel caos... oír una risa.... poco a poco... las voces se fueron acallando. Digo voces pero hacer el favor de imaginad gente fumando, haciendo lo que le daba la gana y liando lo que le daba la gana... y etc. etc.

Ismael seguía riendo, se acercó a la pizarra y con las una tiza de manera deliberada hizo ese ruido que da tanta dentenera.

Una dentera horrible. La gente ya, por fin, se calló. Algunos apretamos los dientes. Hubo quejas contenidas.

Ismael se giró y nos dijo:

-Pero, a vosotros... ¿quién os ha engañado?

Tal cuál.

😶👁️

"¿Quién-os-ha-engañado?"

Mi Yo Interior dijo algo

((*****)))

 pero fue como... (((a ver si sabes de qué habla)) y yo pensé: "De que son unos maleducados y así no van a llegar a nada))

De la educación. 

Ismael empezó a hablar del mundo real, de la competitividad y de que éramos idiotas. Pero yo no le prestaba mucha atención a ese profesor. Conducía como Ace Ventura (mi amiga Laura y yo nos reíamos mucho, ¡una vez entrando por el Instituto casi nos atropella, estaba loco!) y... no sé, era un señor fuerte al que respetaban. Cierto que soy escritora porque un día me llamó la atención en clase (escritora profesional). No eran buenos tiempos, yo me escondía mucho. Evitaba conflictos todo el rato. Y una vez, con toda la clase hablando y yo "girada hacia atrás", va el muy melón y suelta:

-¡SÍ, EL DICCIONARIO, EVA!

Con esa voz.

😶 al oír mi nombre a ese volumen creí morir. 

¿¿Pero qué haces, so melon?? ¿No ve que estamos de incógnito??? ¿qué haces???

-Ese libro que usas de calza de mesa.

🫤👹👹👹👹👹👹

((¿Perdona?? Perdona... ¿qué ha dicho, Coso?? ¿Tú le has oído... espera, qué???)

Internautas: leía el diccionario por placer.

En aquellos tiempos.

Había leído todos los libros de mi casa y de la vecina. Había leído todos los de mi clase del anterior colegio y los de la clase de a la lado. Me había leído Tiburón y El Señor de los Anillos. No quedaba nada más así que empecé por la A... y seguí... 

Y va el tío, ja ja ja... y me dice que lo uso de calza de mesa.

Siguió hablando de un Certamen Literario y no se qué, pero que nosotros, pobres desgraciados intelectuales, no íbamos a estar interesados... porque éramos unos burdos iggnorantes y que vaya mala suerte lo necios que éramos...

Mirad, yo no hablaba con Ismael. Ni él conmigo.

Pero decirme A MÍ... que ... bueno, bueno.

("Este no sabe quién eres") le dije a Coso.

Pero es que no tiene la menor idea. ¡No sabe quién eres! ¡NO lo sabe!

Total, que al final de la clase me acerqué y una alumna titubeante le dijo a un profesor que apenas la miró: 

-Voy a ganar ese certamen y usted me va a entregar ese premio.

Y el profesor me dijo a renglón seguido y sin inmutarse y con la misma voz profesional:

-Nada me haría más ilusión -y siguió hablando con otros compañeros.

Y lo siguiente que pasó es que por Unanimidad del jurado del Instituto ganó El Diccionario el Certamen de Literatura.

Me dieron 13.000 pesetas. (Una fortuna para una niña de 12 años)

Ismael me entregó el premio como si tal cosa y siguió a otra cosa.

🫤 ((No sé, me esperaba un: "Oh, Eva, perdóname... soy un melón y no te vi". Pero es que seguía sin verme mucho, la verdad))

Y empecé a ganar... todo lo que se me ponía por delante. El Certamen del Ayuntamiento, El Certamen Internacional por el aniversario de los Derechos Humanos, El Certamen de la radio de no se qué...

Ismael creó un monstruo.

Me presenté al Planeta. Me pidieron el Manuscrito, dije: "No, porque... si no ha ganado, es que no es bueno".

(Sí, lo sé, tenía 13 años y era idiota)

Pero idiota, idiota... le dije que NO a Planeta mientras un editor me preguntaba si de verdad una niña de 13 años había escrito un libro. 

Oiga, yo soy mayor. Yo soy como usted. Si no gano.. es que tengo que mejorar, ¿no?

Y vuelta con el libro para casa.

Años después, me daba de cabezazos con las paredes. Me acabó publicando Planeta, sí. Pero jolín...

No volví a hablar con Isma, tampoco. Ni le di la importancia que tiene al asunto, lo de esa clase en la que me llamó la atención. Yo no hablaba con Isma,..... yo adoraba a Miguel E.

Miguel era profesor de Cultura Clásica. De él mi hermano dijo, treinta años después:

-¡Como ese de las estatuas! ¡El que estaba loco!

-Perdona, ¿qué? -pregunté al oir eso-, ¿qué dices, de quién hablas?

-El de los griegos...

-¿Miguel?

-¡¡Sí!! ¡Ese! -mi hermano se ríe y cuenta algo. Yo no sabía que él y Miguel coincidieron. Pero esto sí que es una ofensa....

Miguel: moreno, 1,89, delgado, joven (32-35) apasionado de su profesión. Era maravilloso oírle hablar de Atenea, Hermes, las guerras, la Iliada, Ulises, las estatuas, el jónico, el dórico.. Grecia, Roma, la política, las polis, la cultura... 

Era... era divino. 

Le recuerdo sentado en la esquina de mi pupitre mientras yo alucinaba con todo lo que contaba y siempre tenía cosas interesantes para contar... del libro. Siempre. Nunca se hablaba de nada personal, todo era la materia. La maravillosa materia.

Tenía un pelo negro como el azabache, brillante, como sus ojos. Miguel era fantástico.

Se habría pasado siglos, si le tocara enseñar ese periodo histórico, hablando de Galileo y la gravedad y Newton. Y era sonriente y risueño. Miguel siempre estaba feliz.

A lo que mi hermano dijo: (haciendo la burla)

-Sí, era fantástico.. tenías que decírle.. psss, Miguel, tranquilo, solo son piedras.

¡¡¿Piedras??! 😤👁️ ¡¡¡¡Piedras!!!!!!!!!!!!!!! Al ver mi cara, mi hermano mayor añadió:

-Psss, Miguel... que están muertos ya. Todos... que a nadie le importa. No le importa a nadie...

¡¡¡Piedras!!!!

-¡¡¡¡ES NUESTRA HISTOOOOOOOORIAAAAAAA....!!!!! 

Y mi hermano, en tono bajo y burlón: "Piedras".

Pero esta entrada, en realidad, es para hablaros del profesor de ética.

Teníamos un profesor de ética bajito, con gafas, rechoncho y callado. Hablaba bajito, también. Nos miraba como... no sé, era apocado. Nos miraba como si fuéramos algo al microscopio. Distante.

Un día, en clase, preguntó que qué nos parecía la pena de muerte.

👁️ (¿¿??) Yo pensé: "¿Esto es adecuado para nuestra edad?". Lo pensé como pregunta... a mi misma. Porque, sinceramente, me importaban los dibujos animados. La pena de muerte era ... no sé, un tema un poco raro de conversación.

El profe empezó a hablar. Esto y aquello y lo otro... y apuntaba en su libreta. Un par de alumnos hicieron bromas. Cuando me preguntó a mí, le contesté:

-Lo que está planteando supone un problema de legitimación.

Yo no sé si vosotros usáis esta palabra, pero para mí es importante. Legitimación.

El profe contestó:

-¿Por qué?

Y yo, contesté:

-Usted dice que si un ser humano mata a otro ser humano... se le condena a muerte. Bien, quién está legitimado para ejecutar ese acto? ¿El que lo ejecuta... no comete el mismo acto por el que merece ser ejecutado después? ¿Quién puede ejecutar ese acto? 

El profe añadió algo, que no recuerdo y yo le insistí:

-Pero, ¿quién está legitimado? Es decir, una persona mata a cien mil personas... vale, ¿pero quién tiene poder para quitarle la vida a él? Porque si lo hacemos, estaremos cometiendo un crimen. El verdugo está matando a otro ser humano...

Yo no hablaba ni de venganza, ni de justicia. Le estaba preguntado que quién podía. No en el plano físico, sino en el legal. No sé que añadió el profesor y yo le pregunté:

-Entonces, si mata a una embarazada.. ¿se le juzga por un asesinato o por dos?

La cara del profesor expresó verdadera sorpresa. Es la única vez que le vi así. 

Insisto, yo no hablaba ni de defensa, ni de qué hacer o cómo sentirse si eres tú la persona afectada y deseas venganza. No hablaba de eso. Hablaba de legitimación.

-Entonces, ¿para ti la vida es innegociable? -preguntó.

🤔

Y yo contesté:

-La vida es lo más sagrado que tenemos. Todo lo que tenemos, están "dentro de la vida". Por tanto, no se puede comprar, no se puede intercambiar. No le puedes poner precio, no puedes intercambiar una por otra, cada ser humano es un "universo único". ¿Cómo los vas a intercambiar o cuantificar? Es absurda la idea.

-¿Sabes lo que es "un valor"? -me dijo.

No.

No, yo me sabía el horario de emisión de Sailoor Moon 🤣👁️ Y también los poderes de Son Gokuh. Sinceramente, ¿no tenía otra cosa mejor que hacer, este profesor, que preguntarnos lo que opinábamos de la Pena de Muerte?

-Pues la vida es un valor para ti -añadió. Y lo apuntó en su libreta.

Sorprendido.

🫤😂 "Oiga.. ¿esa libreta qué es? ¿Una especie de estudio de niños de doce a catorce años????"

🫤😂 "¿qué pasa, nos apunta ahí o algo? ¿Se va a ir a su Planeta con un estudio detallado de la fauna de este???"

Eh?

EH?

Todo esto viene porque ayer hablé mucho con mi compañero de trabajo, al que admiro. Y me explicó cosas sobre los valores de la gente.

También serían aplicables a los valores de los personajes literarios.

Y, os va a sonar absurdo, pero ni sé cuáles son mis valores ni sé cuáles son los valores de los demás. Y creo que eso... quizás... 

¿No tenemos todos los mismos valores? ¿Estar tranquilos, ser felices, ser amados?

🤔😊

Ayer es que me dio, el compañero, la clave incluso para construir mejores personajes. 

Estoy aprendiendo un montón con él.



Saludos!!! 



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