La verdadera ecología.
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Voy a dar mi opinión, que va a ser impopular y luego os voy a contar lo que dicen mis mayores.
En nuestro planeta todo está interconectado. Es decir, si yo lanzo al mar un contenedor de patitos de goma, cerca de Indonesia... a nadie le parece sorprendente que en la costa de Nueva York reciban la visita de esos patitos, o nos los encontremos mientras estamos dando un paseo por una playa del Mediterráneo. Este mecanismo que nos une a unos con otros, y que explica tanto glaciaciones como la conversión de mares en terrenos desérticos, es una obviedad.
Cuando la gente me dice que no cree en el cambio climático -a lo largo de los años y de enfadarme-, me he dado cuenta de que no me está diciendo lo que yo digo que está pasando y que es una verdad bastante innegable. La verdad es esta: si yo introduzco cangrejos de río americanos en la sierra de Guadarrama llevo a la extinción a los autóctonos. Si yo subo la temperatura del mar de norte ahogo a los habitantes de Ibiza, y -siendo más exagerada-, si yo bajo el nivel de oxígeno en la atmósfera un 2% a lo mejor me cargo veinte mil especies de coral. Es decir: nadie va a por el coral, pero el coral se muere. Se llama causa-efecto y el puñetero problema es que no comprendemos sus reacciones. Así que cuando yo decía: "El cambio climático..." y me contestan... que no, que no ocurre, que siempre ha ocurrido.... Pues ya por fin se me encendió una bomiblla y dije:
-Eh, espera un momento, ¿puedes cambiar "cambio climático" por destrucción del ecosistema? Porque no creo que nadie en la Tierra pueda negar que los humanos nos estamos cargando el mundo.
Es ahí donde mis interlocutores cambian su expresión.
-Pero es que eso no es el cambio climático.
¿¿??
Y es aquí donde yo me desligo de la moda ecológica engañosa. A ver... vivimos entre glaciaciones. Eso, lo sabemos. La Tierra ha tenido cambios y los tendrá, eso también lo sabemos. Pero cuando alguien me dice "compra un coche eléctrico por el cambio climático" y otro dice "eso del cambio climático no existe", yo me empiezo a preguntar si estamos hablando de lo mismo o aquí se están enfrentando dos bandos mientras un tercero se llena los bolsillos.
Punto número uno: que nos estamos cargando el ecosistema es una verdad. El agua de lluvia tiene teflón. Hay una isla de plástico tan enorme -en medio del pacífico-, que da miedo verla. De la contaminación atmosférica ni hablamos... y alguien me dice: "¡Pero el cambio climático es mentira!". A ver, ¿de verdad creéis que el problema es que en pleno noviembre en Madrid tengamos 21 grados centígrados? ¿De verdad pensáis que esto va de temperaturas? Esto va de riadas, de heladas en latitudes tropicales, de tifones girando en sentido inverso y de muchas cosas más que ni comprendemos. Va de desequilibrar un sistema a base de toxicidad. Y va de egoísmo. No de que haga más calor... y ya está.
Un cambio climático que aumente la temperatura del océano te puede dar lugar a helar las costas de áfrica mientras en China sufren la peor ola de calor del mundo. ¿Y creéis que si llueven sartenes (=teflón en el agua de lluvia) no puede pasar? ¿En serio? ¿Yo lanzo un patito de goma al mar en Japón y aparece en Punta Umbría y de verdad alguien duda de que pueda ocurrir?
Bien. Dispuesto el escenario, vamos a la segunda parte.
Cuando yo era niña atravesé una fase de obsesión ecologista (de las de Greenpeace) y tenía por casa doscientos ejemplares de la revista Natura. No había día que no diera la "paliza" a todo ser viviente con el agujero en la capa de ozono, los detergentes y su contaminación, etc. etc.
Pasados unos años llegué a una conclusión: Nos va a salvar la ciencia.
Esa es mi creencia. Si fuimos capaces de cambiar la tecnología nubarrosa de la época victoriana, donde todo echaba un humo negro de carbón y lo superamos y conseguimos llegar a otras energías, sin duda alcanzaremos las sostenibles. Esa es mi opinión y es lo que defiendo a capa y espada.
Solo que las sostenibles no son lo que nos hacen creer que son. Y con esto voy a los residuos del coche eléctrico. Sus baterías (¿qué hacemos con ellas, contaminan más que mil autobuses de gasolina) y... en fin, una serie de cosas que ... sinceramente, te hacen impopular.
Mirad, que me digas que tienes "ecoansiedad" o te vayas de manifestación cuando cambias tu móvil por el nuevo Iphone cada seis meses... no me parece coherente. "Tú es que contaminas" pero luego me compro todos mis trapos en una empresa que fabrica doscientas mil toneladas de basura textil cada tres horas. Y eso sí, cambia cada año todo tu armario o te quedas "obsoleta".
Todos somos incoherentes, los humanos, somos así, es nuestra naturaleza. Pero eso nos lleva al eterno problema.
-Yo soy fan de los lobos. Vamos a soltar cuarenta en los alrededores de este pueblo.
Tú eres fan de los lobos hasta que tienes que irte del bosque porque te persiguen. Eres fan de proteger al oso hasta que tira a tu vecino al suelo y le rompe la mandíbula (buscad la noticia, ha pasado en el norte y yo conozco el caso por un familiar que vive cerca). La verdad es que la mujer se salvó de milagro...
Tengamos un poco de sentido común.
Cuando arremeten contra el ecologismo yo digo que eso no es ecologismo. Y la solución de "no hagas nada", tampoco lo es. Y casualmente conozco ambas tendencias. Gente que lanza pintura a un cuadro (¿la relación entre la Mona Lisa y los vertidos del mar del norte... dónde está?) y piensas: "genial, ahora sigo teniendo vertidos y además he perdido un tesoro artístico, qué bien", "qué eficiente todo" "Voy a protestar contra la caza de ballenas destruyendo tapices del siglo XVI...". Y gente que cuenta que eso son todo "patrañas" y que el cambio climático no existe.
No se llama "cambio climático", se llama destruir el planeta. Dejad de llamarlo "cambio climático" porque un cambio climático es algo constante que le pasa a la Tierra y no es a lo que nos estamos refiriendo aquí cuando mueren cien mil personas por causa de la contaminación. En todo caso, que eleves la temperatura del Altántico seis grados va a traer algo más que un cambio climático drástico y no va a ser el único problema, si el origen son las toneladas de C02 y porquerías varias que echo a la atmósfera.
Si tú quieres proteger al lobo y te declaras ecologista primero busca dónde cuidarlo. Y ahí es dónde vas a empezar a ver la raíz del conflicto. Mirad, si yo le digo a un ciclista: Sé libre... trota y salta por las carreteras a cinco por hora, entre vehículos de noventa toneladas y no te detengas ante los semáforos en rojo... es igual que si le digo a mi vecino: voy a soltarte unos cuantos osos pardos en el jardín de tu casa.
No hay que ser muy inteligente para ver vas a tener un conflicto. Si yo quiero llenar Madrid de bicicletas primero tendré que observar la circulación. Si observas la circulación (y la usas, porque no viajas en avión privado y en tu burbuja de rico alejado del casco urbano de Madrid) verás que Madrid no es apta para bicicletas. ¿Quieres arreglarlo? Vale. Pero la solución no es poner la bicicleta antes del arreglo.
¿Me entendéis?
Ser ecologista no es soltar veinte osos pardo en La Castellana y decirle a la gente: abrázalos. Eso es una moda.
Además, absurda.
¿De qué me sirve a mí que quites las bolsas de plástico del supermercado si están vendiendo hasta cebollas envueltas en bandejas plásticas? ¿Quieres comprar una zanahoria... ? va con plástico. ¿Quieres una fresa? Envuelta en ocho toneladas de plástico. Utiliza plástico y más plástico para elegir cada patata y al llegar con tu bolsa plástica y nueve plásticos más con cada fruta... paga veinte céntimos a la cajera por la bolsa que te da ella. En conclusión: sigo usando nueve toneladas de plástico y además el super-mercado se embolsa doscientos millones de beneficios.
¿Habéis visto las nuevas tiendas de moda "japonesa" que hay por el centro? ¿Habéis visto la moda de vendernos funkos? Cuando yo miro un funko miro un trozo de plástico (feo, es una opinión solamente) terriblemente horrible, que se amontona. Un funko, junto a otro funko, junto a nueve millones de funkos de plástico... pero eso sí, luego soy la persona más ecologista de la Tierra. Porque lo dice mi camiseta y voto al partido verde.
Un poco de sentido común.
Es en este punto en el que mi interlocutores dicen cosas como "no tiene remedio" y yo me enfado todavía más, porque cuando la gente fumaba en todas partes y yo casi me asfixiaba y decías: "no fumes", ellos contestaban: "al menos yo no voy de cacería". Y yo me pregunto: ¿qué tiene que ver la cacería con fumar? Si yo te digo: "No lances piedras a un río y tú contestas: Mengano tala árboles..." Genial, pues hazlo y no tendremos ni ríos ni árboles.
¿Qué tipo de argumento es "no voy a hacer nada porque el otro lo hace peor?"
-No tires papeles al suelo.
-¡Es que aquel ha tirado cinco!
Estupendo:
-Oye, tira más papeles, porfa, así tengo los cinco de él ... más los tuyos.
¿¿??
Cabreada, suelo acabar enfrentada a todo el mundo, hasta que me dicen: (sobre todo cuando llevo su argumento al absurdo y me acusan de cabezota):
-¿Cuál es tu solución?
Vale, la primera: hacer menos siempre es mejor que no hacer nada en absoluto.
Tú dirás: solo me llevo una piedra del Monumento... pero en El Jem, casi nos llevamos el coliseum entre todos los turistas. Multiplica una piedra por nueve millones de turistas... mira tú la de piedras que nos llevamos. Mira tú la de papeles que puedes "no tirar" al suelo, si todos usamos el sentido común.
Así que... si eres feliz llevándote una bolsa menos del super o comprando un poco menos, hazlo. Porque es una bolsa menos...
En mi opinión... yo digo: nos salvará la ciencia. Pero cuando digo esto me he topado con una respuesta muy juiciosa:
-Consumo y ecologismo está reñido. Son contrarios. La ciencia no puede salvarnos.
Y ahí... me quedo pensando.
Y sabiendo lo que sé ahora.... debo decir que tienen razón.
La clave es el consumo.
-Pues habrá que consumir menos.
Bien, analicemos esta frase.
¿Sabéis los millones de puestos de trabajo que desaparecerían si la moda rápida desaparece? Me refiero a la tendencia nueva de comprar "como millonarios" tropecientas mil tonterías por poco dinero, todas de plástico y todas que se rompen y se cambian en menos de dos años.
Leí en un texto la pregunta y me quedé pensativa.
¿Qué ocurre cuando hay paro y pobreza? --> conflicto social. ¿A qué lleva eso? A veces... a la guerra. Desde luego, al malestar. Al sufrimiento. Luego puedes cerrar veinte fábricas de funkos (digo funko pero me refiero a "cosas innecesarias") y se desestabiliza la economía.
Yo puedo no consumir. Es relativamente fácil. Me da pena tirar ropa, no me gustan los móviles, apenas me entiendo con los ordenadores, etc. etc. Ahora bien, mirad que fácil es llegar a mi inchoerencia:
¿Qué pasa con los libros?
¿No quiero vender veinte millones de copias?
¿Sabéis la de árboles talados que es eso?
Pues ahí lo tenéis. Soy muy ecológica pero vendo libros. Complicado, ¿verdad?
Cuando nos toca el bolsillo o tenemos que pasar frío en casa, que el ecologista sea otro. Ese es el problema.
No estoy diciendo que "me rinda". Y yo antes, por lo menos hace unos días, creía de verdad en la ciencia. La ciencia encontrará la energía renovable. Fijaos, si la trajéramos del Sol. Gratuita, disponible... para todos.
Y ahí me dicen que vuelva a la Tierra y me deje de historias de Ciencia ficción.
¡pero, eh! ¡Julio Verne soñó con el viaje a la Luna en mil ochocientos.. no?! La ciencia sería una salvación.
Pero no lo es que me vendan algo que resulta más nocivo fabricarlo que lo ya existente.
De todos modos, si el sistema económico mundial se basa en el consumo desmedido (¿os hacéis una idea de las cantidades de productos que fabricamos a diario?) es presumible cómo va a terminar todo. Sencillamente, desequilibraremos tanto el planeta que la fuente de materiales o de energía se agotará. Y entonces ya no habrá economía, empezará la escasez, los que lo vivan mirarán atrás llamándonos necios y llevándose las manos a la cabeza y tendrán razón. Pero, ¡eh! ¡No pasa nada! Porque nosotros estamos distraídos con lo que nos venden.
Ecologismo no es "pedir menos cosas", "no desear nada", "compartir", "ser felices con lo que tenemos", "practicar la generosidad"... no, en eso no pensamos.
Y así nos va.
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