Tarde de sábado escribiendo.
Salí con amig@s hasta las 15:00 (qué risas y qué buen rollo), y a la vuelta puse una película (épica) y luego anunciaron El Médico y entre medias, me puse a escribir. Me llegaron cinco o seis u ocho whasaps de Jacobo. Me resulta curioso porque yo me tengo por bastante intensa. ¡Jajajajaj!
-Vale, mira, primero acabo un cuento -le digo (aún viendo la televisión)-. Luego escribo a la Agencia Literaria y luego ya veremos pero...
-¿Y entonces a estos no te los presento?
Me digo a mi misma: ("Tranquila, tienes un amigo escritor... pero seguro que se olvida de ti, así que no te pongas nerviosa")
Al rato.
-Y estos buscan...
-¡¡A ver, un momento, si no he acabado ni el primer cuento!! -contesto.
Y me digo a mi misma: ("Vale, espérate a las 17:30 y te pones a trabajar")
Beep.
Beep.
¿Pues sabéis qué? He acabado el cuento. Me ha llevado tres horas y una meditación. En fin, ayer presenté un relato (anteayer) pero hacer otro en 24 horas tiene su mérito. Entremedias, me escribe Jacobo:
-Así a bote pronto, esto tiene (el manual) estos fallos, y... no quiero ser tiquismiquis pero, ¿por qué las comillas son inglesas?
¡Jajajajaja!
¿Por qué las comillas son inglesas?
Qué buena pregunta. Le mandé una página al azar. Y mira tú, lleva comillas.
Mis comillas son inglesas y yo pongo las tildes al revés, como en Francia. Una profe de literatura lo señaló en el colegio y cuando mis padres preguntaron: "¿pasa algo?" ella contestó: "No. No pasa nada,... sólo que es curioso que ponga las tildes del revés. No sé de dónde lo ha sacado".
Y, fijáos, ¡jajajja! mis comillas son inglesas.
Total, que cuando paré a descansar (meditando) porque sabía que me iba a solventar el final (mucho susto) pues antes de meditar, Jacobo me manda su manuscrito.
Lo repetiré: me manda un manuscrito en el que está trabajando.
A ver, Jacobo, que escribimos los dos de juvenil y me has conocido ayer.
"¡Es un desastre!" -comenta.
Me acaba de mandar un manuscrito. Los manuscritos ... inéditos.... no se comparten. Se pueden compartir con el maestro budista o con... en fin, es la .... mayor muestra de confianza de un escritor.
Lo leo. Engancha.
-Jacobo, esto es bueno...
"¡Pero qué dices...!"
Argumenta.
Contesto.
Argumenta.
Replico:
-Ya sé por qué me has conocido.
La obra es buena. Lo que necesita es tiempo.
Como si adivinara el futuro, le oigo decir en audio:
-No puedo en 6 días acabar esto..
¡Jajajajaja!
Y me digo a mi misma: "Tranquila, de estar realmente agobiado diría..."
Y entonces dice:
-Les llamo y les digo que no. No puedo.
A ver.... (sí está agobiado)
Realmente, es un reto.
Pero es bueno. Estructura limpia, vocabulario del lector, el ritmo es impecable.
-Es bueno. Es realmente bueno.
-No aporta nada.
(¿desde cuándo hay que innovar en todos los libros?)
-El manuscrito es muy bueno. Vale, sí, no innovas, pero a mí me parece un buen libro. Y si está bien hecho y es lo que el público demanda ¿por qué no? (digamos: una obra buena de la saga Star Wars). Yo creo que está muy bien. Descansa. Yo voy a meditar. Eso ayuda.
Medito 40 minutos y el final de mi cuento se escribe solo. Ya lo sabía yo. (gratitud al compañero de trabajo)
Me siento a escribir y pasa casi una hora, como no. Escribir es un agujero temporal.
Leo el mensaje de Jacobo:
-Voy a matar marcianos. ¡Me rindo!
¡Jajajajjaja!
Contesto: Descansa.
Y añado: Yo ya he terminado y voy a descansar también.
Falta el título.
Pero no lo sabré en el mismo día.
¿Sabéis lo relajante y estimulante que es trabajar junto a otro escritor?
Además, este hace que me ponga las pilas.
^_^ Cuatro días de vacaciones y dos Certámenes Literarios presentados. Esto es un triunfo, amigos internautas.
Hace años yo tenía una tertulia. Venía Olalla García, Jorge Magano, un poeta que se llama Felix y que tenía unos ojos... en la vida he visto una mirada así de intensa. Nos juntábamos y cada uno contaba cómo le iban las cosas (más o menos, lo que en virtual he hecho yo con J.)
Para escribir mejor necesitas ese entorno. Y, a ser posible, gente que sea más buena que tú. Me explico: yo si me junto con gente que no hace más que quejarse del sector (sin haber publicado) o que es "menos profesional" (otro día debatimos esto), pues tiran de ti hacia abajo.
Es como una especie de halo de fracaso que flota por encima de todo lo observable. Es como la creencia de el mundo está contra mí y por eso no logro publicar. Partiendo de eso, llegan frases como "yo no me vendo", "yo es que sólo escribo para unos pocos..." etc. etc. Como si la culpa de que no publicaran fuera de los demás. Sorprendentemente, algunos convierten ese sufrimiento en mostrarse superiores. Es como una amiga a la que echaron de dos trabajos y me dijo: "Lo que pasa es que yo soy demasiado creativa para trabajar, los que trabajáis no tenéis una mente creativa". Es como, ¿perdona? ¿hola? ¿¿¿me estas viendo???? ¿¿¿9 libros publicados???? ¿¿¿¿??????
El problema es que me quedo callada.
Pero esa es otra historia,....
En mis tertulias con Olalla García, o con Jorge, o con Jero Tristante... allí nadie ponía una etiqueta a los demás, porque ya tienen suficiente con ellos mismos. Jacobo me habla de su manuscrito porque no tiene la necesidad de demostrarme que es escritor. Lo que importan son las ideas. Así, sí se puede trabajar.
Así te inspiras.
Voy a tener que ponerme objetivos semanales. Acabo el relato y escribo a la dirección que él me ha dado. Sé lo que se siente al tener plazo de entrega en los textos (he sido "negro editorial" para un Youtuber). Pero... yo no tengo que agobiarme por eso. Aunque, la verdad, la referencia que me ha mandado necesita un texto de juvenil romántica con mucho humor y ....
ufff.
¿Qué se yo de juvenil romántica?
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