Repaso de algunos libros y lo que me enseñaron.

 


Bueno, no es que haya leído especialmente "mucho", pero por si no sabéis qué regalar...



Vamos a empezar por "El cielo es azul, la tierra es blanca" de Hiromi Kawakami. Este libro trajo una brillante discusión a un taller literario (digamos, que contribuí a polarizar) sobre si es o no es "Amor". Y se armó un debate interesantísimo. Sobre todo porque algunos osaron llevarme la contraria. Mirad, ella tiene 38 y él es su viejo profesor. A mí me parece amor, pero hubo quienes dijeron que se trataba de soledad. He realizado la encuesta a muchos lectores y es amor. Pero tendréis que leerlo para averiguarlo.

Mi parte favorita es la isla (tranquilos, no destripo) porque la reacción de ella es, no solo entendible, sino habitual (me ha pasado, malinterpretas pensando siempre mal). Pero a él también lo entendí en la lectura. Son dos mentalidades diferentes, en edades diferentes. Yo entiendo la pataleta de ella (es normal, y muchas mujeres lo van a entender), pero es que a él le entiendo también porque tarda más en reaccionar y,... en realidad está pidiendo permiso. Pero ella no lo entiende. Tendréis que leerlo para saber por qué la lleva a la isla. Para mí que está pidiendo permiso. Pero ella no lo ve así. Ella sólo ve comparación.

Yo no creo que el libro sea una relación conveniente entre dos seres solitarios. ¡Puñetas! ¡Y que siga en mi run run con ese debate!


Mismo autor, tenéis la historia de "El Señor Nakano y las mujeres". Esta sólo, únicamente, a los que les haya gustado Juntos, nada más. Libros donde no pasa nada. A mí me encantan, no es más que el día a día de tres o cuatro seres humanos. No hay grandes batallas contra dragones. En realidad, no pasa nada que no nos suene. Pero me chiflan. 

¿Alguien ha visto En la Casa? ¡He perdido el dichoso DVD y no hay forma de volver a comprarlo! 

Tengo que conseguir ese DVD, me reía muchísimo con él y el actor joven es estupendo... 

Me vino a la mente por la frase del chico cuando describe la casa por primera vez. No es más que un hogar de clase media. Bien, pues lo mismo para el señor Nakano. No es más que una tienda... o sí. 

Al margen de las recomendaciones, un truco. Si alguno de vosotros escribe o quiere escribir, en estos libros el protagonista tiene menor capacitación que nosotros para enfrentarse a temas mundanos. En otras palabras, ¿no sabes por dónde empezar? Un vecino en una casa que no puede pagar la calefacción. 

Parte de ahí... y tira del hilo... viene un temporal de nieve, le sale una entrevista de trabajo pero no puede ducharse, se ducha con agua fría y agarra una neumonía. El hecho original lo conocen todos tus coetáneos. "La calefacción es cara". Cómo se lía la historia a partir de una dificultad coloquial... es donde atrapas al lector. 

Es sólo un ejemplo. Todas esas novelas tienen eso en común. Esas novelas también te ayudan (al menos en mi caso) cuando te sientes solo o sola. Una de mis favoritas es El Guardián entre el centeno, cuyo comienzo por cierto, copia la película Entrevista con el Vampiro. "¿Quiere que empecemos como David Copperfield?" "Si en realidad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es donde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia (...) y todas esas tonterías a lo David Copperfield..." y luego viene una frase super chula donde dice "no voy a hacerlo porque, primero, a mis padres les daría un ataque" ¡Jajajaja! "Son muy especiales para eso"

Me lo sé de memoria, sí.

Pasé años diciendo lo de "a estas alturas te odio cordialmente" y la gente se reía. 



En resumen, que los dos libros anteriores... si te gusta el costumbrismo, la contemporánea y la sentimental. 

Vamos con la joya del año. Me he leído cinco veces El Hotel Encantado (Willkie Collins), también un par de veces Frankestein, (si tengo que deciros que es de Mary Shelley no sóis amigos míos...), me leí El señor de los anillos, y empecé otros cuantos libros más... también de budismo. Pero un domingo o sábado cualquiera entramos por casualidad en una tienda de segunda mano, al lado del Retiro.

Repasé los estantes unas cinco veces. Y le dije a mi yo interior (levantando hasta casi rozar las portadas con la mano izquierda, por si ese lado del cerebro es más intuitivo) que encontrara algún libro que me fuera a gustar mucho porque, sinceramente, NADA de allí valía para nada. Nada me decía nada. Todo era un peñazo. Novelas ya leídas, novelas que ya tengo, novelas que no me interesan nada.

Para poneros en situación es como levantar una mano y mentalmente con voz grandilocuente pedir:

¡OH, YO INTERIOR QUE TODO LO SABE! ¡jajajaja! ¡HAZ MAGIA Y ENCUÉNTRAME EL LIBRO CORRECTO! ¡UNO QUE SEA RELEVANTE!

Esta vez a mi yo interior le dio por contestarme, desabridamente, algo así como: "Puedo hacer que te llegue un libro sin esa tontería de la mano izquierda".

Algo así como: "Deja de hacer el tonto porque no entiendes nada".

O quizá más exactamente traducido: "A ver si te piensas que no estoy ya en lo que te rodea".

En fin, traducciones hay muchas. Quizá la más oportuna sea: ((No tienes ni idea y deja de intentar controlar))

De un modo u otro, baje la mano y renuncié.

Al final cogí uno de Perry Mason. Ya lo tenía, era por tenerlo en mejor estado. Pensé en ir a pagarlo, si bien la oferta era de DOS LIBROS, no de uno.

Y como no había nada más que me llamara la atención,....

Caminando hacia la caja en un lateral vi un libro negro con engranajes de reloj. Ruedas dentadas. Lo saqué del sitio.


Esto fue lo que vi. Una tapa negra, unos engranajes... hum, curioso. Lo dejé en el sitio de nuevo. Hice eso (titubear) unas cuantas veces hasta que le di la vuelta.

La historia de un telegrafista en 189... Ministerio del Interior

¿Hay teletrafistas en 1890? ¿hay  Ministerios?

Bombas... un misterioso reloj....

Lo dejé lo cogí, lo dejé lo cogí.

No tiene tiempo

Vale, lo cojo.

Con esto se demuestra que aunque te creas que eres la bruja Lola, ¡Jajajaja! no tenemos ni idea de cuándo hacemos algo relevante ni a donde nos va a llevar.

Abrí el libro y estaba en Japón.

"Ah, pues... pues mira, mejor, con lo que me gusta Japón".

Pasa una de esas cosas que yo llamo "casualidades" (como ayer, que se rompió una cosa en la consulta del médico y ... en fin, os digo yo que esto no es normal. No es normal)

Bueno, me quedé extrañada por la mirada de Keita y pensé: "Pues lo habrá matado él".

¿No?

Avanzamos hasta Londrés.

Cuando el telegrafista empieza a hablar de RW (es una palabra de mi empresa) y de su vida y de otras tantas cosas (LA VELOCIDAD A LA QUE CODIFICA, equivalente a cómo escribo yo a máquina), su vida ordenada... en fin.

Hasta aquí, bien. Un libro. Empecé a hablar de él a la gente.

Llegados al señor Keita.... bueno, pues un libro. Sí, que interesante-qué misterioso.

Llegado lo de "ocurrirá esto pero solo si hay un perro"

Ahí dejé de leer.

A ver a ver....

A ver... no... espera... ¿de qué trata esto, realmente?

Me empecé a volver loca. El señor Keita era como el compañero de curro. Sabes cosas que no puede saber (no han ocurrido) Yo empecé a volverme tan loca como el telegrafista. Las cosas van en una dirección y en una dirección, y esto empieza a ser todo circular y perder la forma.

No os voy a decir nada más (si queréis, lo leéis) pero ya cuando piensas: "Vale, ok, he resuelto el misterio. Lo entiendo", mientras todo el mundo señala a Keita piensas: "Que no, puñetas" y luego viene una parte en la que te pones más de su lado y otro personaje le recrimina que el telegrafista es su juguete favorito y yo me empecé a rallar y ....

¿Sigo?

Acaba siendo, en el momento de más implicación una puñetera historia de Amor.

Eso no se me hace.

Tuve que buscar a Natasha. A la autora. Cosa que solo hago cuando  reconozco BRILLANTEZ.

Pasé tres días teniendo envidia.

Y ahora decidme si el libro es o no es relevante. Al final Coso cumplió lo que le pedí. Lo que, como en la novela, ralla a cualquiera. 

¡Es todo muy mágico!

No he comprado más libros de ella porque nada es capaz de superar esta experiencia con el primero. Así que no intento repetirla.

Es una novela joven de amor y de fantasía. Yo pensaba que había comprado un libro tipo "Sherlock Holmes".

Creo que con ese no os recomiendo más. ¡Por ahora!

Abandoné Cumbres Borrascosas y estoy con uno de Manuel Chavez Nogales sobre Rusia pero... bueno, ese me gusta, pero de él hablamos otro día. Hay que conocer la historia para no repetirla. Sin embargo, este libro (El Maestro Juan Martinez que estaba allí), me conduce a un debate interior que todavía no he resuelto.

Mirad, lo voy a resumir y va a sonar demasiado simplista: "las izquierdas no se ponen de acuerdo". Que los bolcheviques mataran a los anarquistas... cuando según el libro era el partido (de los 3) más numeroso que empezó la revolución... en fin, todo ese caos... me lleva a pensar en el caos actual del mundo y en la propia psicología. Toma un grupo de 12 personas (o de 17) y obsérvalo. Yo lo observo en el trabajo. Yo formo parte de un grupo de 11 personas. No sabéis el esfuerzo que dedico a evitar conflictos.

Mi compañero... no es así. La verdad es que me fascina, lo sabéis. 

Pero él dirige. 

Igual esto es mezclar un poco pero, ¿necesitan los humanos un liderazgo fuerte? ¿o funcionan mejor en asambleas? Yo no creo, no veo, que funcionen mejor en el caos sin dirección. Porque el más callado, se calla, el más peleón, ataca al resto, el más....

Necesitamos un líder.

Para mí, seguir a alguien me resulta sencillo. Soy de esas personas que, si encuentra una causa de confianza, es leal toda la vida. A mí me resulta más sencillo seguir. Y, de hecho, yo necesito un modelo. Una aspiración. Un líder. Es así. Soy más feliz creyendo en algo. 

En el fondo, yo creo que hacen falta buenos líderes... a nivel mundial. Pero... son difíciles de encontrar.

Me estoy leyendo lo de la revolución con mucho interés y solo veo caos. Caos y sufrimiento.

Pero eso es otro tema, así que ahora vamos a extendernos en libros históricos.

¡Saludos! 


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