De cómo el teatro puede ayudarte en tu vida adulta..




Os había escrito una entrada larga, larga, sobre el teatro; los ejercicios que hice en las dos clases que llevo, las improvisaciones. Os hablaba de los asistentes, del lenguaje inventado, de cómo me sirvió al día siguiente en una conversación familiar para lograr que me escucharan el hecho de conocer mi registro. Cosa que aprendí con Alicia, mi compañera de la primera clase. Porque en el ejercicio ambas teníamos que conseguir que la otra nos escuchara.
Os hablaba de eso y de mucho más... pero he tenido que borrar la entrada.

El motivo es el siguiente: desde que soy pequeña, he escrito diarios. Docenas de páginas desde que tenía 9 años contando mi vida. Lo hice hasta la universidad. Lo necesitaba para entender el mundo. Pero llegó un día, en la Uni... en que dejé de hacerlo.

El mundo se había vuelto demasiado complicado. Demasiados matices. Demasiadas cosas por explicar.

Con el teatro pasa lo mismo. Os podría contar del chico que se inventó un idioma "que no era francés". Y como nos reímos todos cuando dijo "¡PLAS!" y todos entendimos: "siéntese" Porque era eso lo que decía.

Os podría hablar de lo que más me gustó de una compañera, cuando improvisó una escena en la que descubría a su pareja engañándola. Su enfado y su control. 

Pero no puedo. Me pasa lo que a Richard cuando le dice a su vecina en Las Horas "yo quería contar la esencia de esta toalla, su olor, su tacto... y fracasé" Ese para mí es ... el fracaso del escritor. No llegamos. No llega el lenguaje humano a contarlo todo. Al menos, el que nos hemos inventado, el que usamos.

Lo demás es subtexto.
(esa palabra me la enseñó el actor...)

 Ese subtexto es super importante. Igual que la emoción... es más auténtica que el razonamiento lógico.

Así que... creedme si os digo que el teatro es ... ¡muy útil! Para saber quién eres y en qué "comunicación" te mueves habitualmente. Qué emociones sabes expresar y cuáles no puedes. 
Incluso... puedes aprender a fingir enfado aunque no lo sientas, si es necesario. O a mantenerte impasible. O a expresar el enfado cuando lo sientes. Que también es importante. 

Y eso que sólo he hecho dos clases, ¡jajajaj!
Eso sí, de improvisación.


2 comentarios:

Davidel dijo...

Interpretar es maravilloso. Es terapéutico. A mí me sirvió para conocerme más y conocer mis emociones y así poder controlarlas. Es maravilloso y muy divertido poder ser otra persona o tener la emoción que quieras. A mí me abrió mucho la mente y me ayudó a aceptarme. Estoy deseando volver a hacerlo.
Ya no seguirás contando!

Nelly dijo...

¡Jajajaja! Vale, pero sólo me quedan tres clases...Que no es mucho!
Ya veremos si repito el año que viene! Tú tienes mucha experiencia.

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