Como gestionar tus emociones...

 


Siento tirar de lo laboral, pero es que es un campo de aprendizaje muy adecuado.

El lunes me pedí el día libre. Y estaba bastante preocupada por mi alergia. Me da alergia la mascarilla (todas, sin excepción).

El martes llegué a trabajar, temprano.

Revisé la foto que llevaba en mi móvil con mi mesa asignada. Revisé el módulo, lo volví a revisar, di la vuelta al plano y por deducción descubrí cuál era mi escritorio. Me senté y abrí los archivos, preparando informes muy diligentemente.

Cuando unos compañeros se sientan y me saludan, extrañada, pregunto:

-Chic@s, ¿vosotros no estáis en la Sala de al lado?

-No..
-No
-No.. ¡bueno, estábamos pero nos cambiaron!

(alerta)

"¿Un cambio? Pero si los sitios son...."-digo.

El final de la frase es "fijos" pero enmudezco.

Reviso el correo. Reviso el plano. Levanto a los compañeros.

-Chicos, ... por favor, no os sentéis. Según mi información vosotros váis en otro lugar.

-Sí, pero vino otro mando medio y nos cambió.

(¡Error!!!)

-¿Cómo? -pregunto perpleja.

Consulto a mi yo interior que no deja de gritar ¡error! ¡alerta! ¡está mal!

"Bueno, vamos a pedir más información" le digo a mi pensamiento. Un poco de calma. 

Indago. Cuando expongo los hechos la cara de mis compañeros es un poema.

Solucionamos el problema (nos lleva... aproximadamente una hora).

-Esto pasa porque ayer no había mando medio con ellos.

-Ya...

Ahora bien, recapitulo. Ha pasado lo peor. Lo peor de lo peor que no debía pasar y ha pasado. Miro alrededor... ¿se ha resuelto? Sí, ¿se ha caído el mundo? NO. ¿El resultado de la acción lógica prevista ha sido el peor posible? Sí. Y no ha pasado nada. 

Es como si digo: "esos dos coches se van a dar... se dan, estoy viendo que se dan..." Se han dado. 
Y luego cada uno sigue su camino.
Hombre, podían haberse ahorrado el golpe.
Pero... ¿tengo que estar en todos los carriles evitándolo?

No.
(Y pongo la metáfora porque me ha pasado hoy conduciendo).

Esto no significa que no deba estar alerta de mi entorno. Significa sólo que hay que calmarse un poco.

Esta mañana venía conduciendo, por el carril derecho. Había muy poco tráfico, metí cuarta, y reduje. Porque delante tenía coches. El coche inmediatamente adelantado al mío, cambió de carril, disgustado, y lo hicieron dos más. Perpleja, me pregunto cómo no se dan cuenta de lo que va a ocurrir a continuación. El central se colapsa, adelanto a todo por el derecho sin tener que acelerar.
Esto, de verdad, me hace pensar y me doy cuenta de que cada coche ha actuado según lo que se venía encontrando, de manera cortoplazista. Ni uno de ellos miraba el global de la carretera. Y yo sí.

En vez de la 607 debería llamarse: Manual de comportamiento Humano 

Esto, tan absurdo como el movimiento de coches entre carriles, me ha llevado a pensar en cómo pienso. Mirad, normalmente, la gente piensa y actúa en corto. Tienen un obstáculo, giran. Tienen un coche delante, se cambian. Es lo que deben hacer, no está mal. Yo cuando voy conduciendo voy atenta a todos ellos adelantando lo que van a hacer dentro de tres maniobras. ¿Sabéis para qué esta bien? Para no frenar. Seguro que mi velocidad media es más constante que la suya... Pero no es un modo de conducir habitual. Luego veremos cómo he venido a la vuelta. 

Bueno, hoy llego al trabajo.

Saco los informes, intuyo por una reunión y por varios correos que mañana va a ser un día de órdago. Y mi yo interior me advierte (pues me he enterado por casualidad): Prioriza la atención a las personas.

Lo que viene mañana, es lo importante: mi grupo (no es mío, sino que suplo a una compañera). (Prioriza la formación = para que sea una preocupación menos de tus jefes).

Me parece correcto.
Hablo con XX departamento, me mandan a XY. Bajo a XY, me dicen que hable con XX.

-Perdón, me mandan de XX -respondo.

Me dicen que eso no es posible. 

-Os aseguro que me mandan de allí.

-Vuelve en 20 minutos.

(*****) 

Con sorpresa descubro que la burocracia existe.

Regreso a mi sitio. Imposible realizar las tareas administrativas a la par que la formación. 

Mando un correo lleno de disculpas indicándolo.

Y esto es la primera vez que lo hago, normalmente, me volvería loca para gestionar todo a la vez.

Justo cuando llegan más líos mi alergia, empeora.

Es como si tu estrés se conviertiera en tener la piel moteada. Pero me doy cuenta. Y le digo a mi "yo/intuición" interior:

"Oye, vale, no pasa nada, tranquila. Suelta todo menos formación, ¿de acuerdo? Estamos a Formación. Y eso es lo prioritario y lo que está bien, que ya sé que todo no puedes hacerlo. Nadie puede".

Mi alergia, mágicamente, se calma. Así, ante mis ojos. 

Y yo, claro, perpleja.

"Estoy empezando a alucinar con todo esto". Me digo, mirando como me desaparecen las manchas, jajajaj.

Los de Formación me dan las gracias por mi paciencia (alguno me pregunta si esta mal hacerme tantas consultas y le digo que no, que estén tranquilos). Informo de lo de mañana, me mentalizo de lo de mañana.

Acabo el trabajo y pospongo, pues me quedan 10 minutos, una labor que tengo que hacer mañana, pero la pospongo por salud mental.

Salgo y cojo el coche.

Conduzco. 

No asustada, como es lo normal. Cuando estoy cruzando un puente elevado suena get to France, la pongo a todo volumen y me deslizo por carretera, en el día de otoño más brillante y bonito que os podáis imaginar.

"¿De dónde me he sacado yo que conduzco mal?"

El coche se desliza, por donde debe, y cuando debe. Me fijo en que la gente no va al límite de velocidad, va por encima. Cuando estoy llegando a Madrid veo un coche de policía nacional a toda velocidad con los rotativos puestos.

"Se va a incorporar y le estorbo".

Mi "intuición interior" me pregunta qué hacemos. Sin palabras. A decir verdad, pocas veces la usa. Es como si hablara otro lenguaje. Algo que no tiene palabras pero se entiende muy bien.

"Nada" respondo pensando "Mantén posición y velocidad, son ellos los que van a evitarte".

Y efectivamente. Cuando cruzan tres carriles en diagonal, mi "intuición interior" me pregunta que por qué en uno casos deben ser los otros los que nos eviten, y por qué en otros no.

Medito la respuesta, y pienso: "Porque ellos son los que han iniciado la acción, tú vas circulando. La mejor manera de ayudarles no es que inicies una maniobra que los va a desconcertar, sino que mantengas velocidad y posición. Ellos ya están en la acción de evitarte... la acción es de ellos, son los iniciadores...".

Resuelta esta duda, llego a un semáforo.

Un semáforo rojo, en el que no tengo visibilidad.

(Verde.. en segundos) 

Y aquí viene lo raro. Lo siento. Y levanto el pie del freno a la par que pienso: "oh, venga, no puedes..."

Miro el semáforo que cambia de rojo a verde en ese instante. 

Cielos.

Estoy a tres coches de distancia... yo no puedo ver el muñeco verde parpadeando.

Lo he sentido tan claro como acariciar un cojín.

Me pasa más veces.

Mirad, el otro día estaba sentada en el sofá con una persona y de repente sentí lo mismo, pero de otro tema. Me levanté y dije: "oye, vamos a prepara el dinero para pagar al repartidor", la otra persona me miró y justo SONÓ EL TIMBRE. Y claro, jajajajaj.. me miró raro.

-Pero cómo lo sab...?

No lo sé.

Casualidad. jajajajaj!!!!

Yo no sé porqué pasa.. pero a veces pasa.

Sigo conduciendo y le digo a "esa cosa interior": "psss... ¿jugamos hoy a la primitiva?"

Pero ... no me contesta.
 
Esa cosa interior es como el Muso. A veces contesta... a veces no.

FIN! 


0 comentarios:

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises