Pues no es tan difícil...

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Como se ha roto un puente de una carretera muy importante de Madrid, me toca volver conduciendo por un sitio mucho más complicado. Hay un montón de accidentes, y yo tengo mucho miedo. Pero, desde que un motorista la lío "parda" como se dice por aquí, y me dio un susto terrible, ya no subo al coche sin concienciarme de que no debo enfadarme al volante.

Es un camino complicado. Pero salgo puntual del trabajo y llegado el atasco, meto cuarta, pongo música, subo la ventanilla, doy al aire acondicionado y... simplemente, circulo.

Algo extraño ha pasado hoy, mientras iba al volante. Algo ha cambiado. No dejan de cambiar cosas todos los días.

Hice todo el camino de vuelta sin pensar en nada, solo conduciendo. Recordé la frase que me dijo mi padre: "el problema no es ir despacio, el problema son las acordeones, que se producen porque los coches arrancan y frenan y eso monta un atasco terrible". En vez de enfadarme, metí segunda y fui despacito hasta superar el primer atasco, luego fui despacito hasta superar el tramo del primer accidente (la verdad es que algo raro pasa con el tráfico, llevamos un mes de accidentes todos los días), luego metí cuarta y luego tercera, y de nuevo cuarta, y de nuevo segunda... Y de repente me di cuenta de que yo no tenía ningún problema con conducir bajo situaciones complicadas, el problema era cuando creía que no podía hacerlo. 

Veréis, saqué el carnet de conducir un día de lluvia terrible. Y atascos. Era mi segundo intento. La gente me decía: "Hija, te lo has ido a sacar en el día más complicado". Pero a mí me dio por pensar que como llovía, el tráfico iría más lento, y no molestaría a nadie por ir lenta yo. En realidad lo único que tengo que hacer es dejar de pensar que molesto.

Lo que os puede parece simple. Pero a mí no. 
Me es más complicado conducir cuando la gente va pensando que pueden acelerar todo lo posible y más, y siento que los obstaculizo.

Llegada una salida un poco complicada (el trazado del camino está mal), me di cuenta de que un coche bloqueaba a otro, lo que me permitió iniciar una maniobra de cambio de carril muy ágil. Mi pensamiento me preguntó, "¿Por qué?" y me dije: "Porque ese coche bloquea al otro por tanto vamos a tener unos segundos en el futuro con una vía sin nadie dentro". Lo que mi yo interior sin palabras me vino a decir a continuación fue: "¿te das cuenta de cómo controlas el fluir de los demás coches?". Pero sin palabras. Fue algo así como: "¿eres consciente de la capacidad de anticipación que tienes?".

Lo que a la hora de conducir, es algo maravilloso.

Entonces, ¿de dónde saco que conduzco mal? Sobrepasé 3 accidentes. La gente se equivoca. Las circunstancias no siempre son favorables. Pero hay que ir atenta y eso te puede ayudar.

Al tomar la curva de la incorporación a la M-40 de nuevo un accidente había formado un tapón. Yo -recordemos-, había cambiado de carril sólo con el cálculo del que iba a quedarse vacío, y al ver los coches parados... puse las luces de emergencia, porque los que venían detrás venían embalados. Una curva de 80 y la gente va a 115. 

Frenaron todos.

Mirando por el retrovisor de repente me sentí poderosa. "¡Ay va!". Pero si tengo poder para interceder en el tráfico. Al frenar, alguno se evitó un castañazo. Siempre me ha fascinado el tema de las señales de un coche a otro (señales buenas) y de nuevo esto es comunicación y por tanto me da cierta esperanza. 

Sí, veo esperanza cuando pasan estas cosas, sé que soy un poco rara.

Todos redujeron la marcha. Y el tráfico continuó sin sobresaltos. La incorporación fue más amable de lo que podría haber sido, con todos dando volantazos y buscando un hueco que no hay. ¿La gente se olvida de que tiene frenos o qué? 

4 años he tardado, ¡4 nada menos! en aprender a moverme sin miedo. Y no es tan difícil.

Tengo una cosa maravillosamente buena en la forma de conducir y es que soy lo que se llama "facilitadora". Te voy a ceder el paso (si puedo), voy a respetar mucho la distancia de tu coche con el mío. Y abro huecos. Dejo tanto hueco delante cuando me voy a incorporar que en situaciones de atasco permito que al menos 3 coches encuentren camino a la par que yo encuentro el mío. Con un poco de cortesía, todo es más fácil. También me ceden el paso a mí.

A cambio de tanta precaución y cortesía, soy lenta. Me cuesta mucho arrancar, no sé por qué. Lo suplo siendo la que primero sale en los semáforos. Me sé su cadencia. Pero soy lenta, respeto el límite en casi todas las ocasiones. Lo que hace que me adelanten para frenar en luego en seco, mientras yo, (jajaja, esto es gracioso), voy un poco más lenta y les adelanto a todos porque me ahorro una segunda frenada. No es tan difícil. Sólo hay quince metros entre un semáforo y otro.

Me molesta que te pases de listo (conductor), arriesgándote a incorporarte sin tener carril (usando el mío), o metiéndote en el sentido contrario en un cruce solo para adelantar un coche. Eso no se hace. No me parece de ser "listo", me parece de ser imbécil. Lo extraño es que en la sociedad de hoy en día a eso se le considera "inteligencia". Ese es más listo que los demás porque se ha saltado la cola. Pues no. Ese es imbécil. Si todos nos saltáramos la cola... ¿se podría vivir en este mundo? 

Que uno abuse de los demás no me parece síntoma de inteligencia. La inteligencia es trabajar por el bien común. Así que si me decís: "Oye, Nelly, pues nos estamos cargando el planeta" la respuesta es porque sí, ¡oh, sí! Somos tontos. Eso no lo duda nadie. La raza humana está a medio evolucionar... vete tú a saber dónde terminamos.

Pero para mí, un ejemplo de inteligencia es que trates a los demás del modo correcto. Eso me demuestra inteligencia y evolución moral.

Dejando de lado el tráfico (tengo que probar a preocuparme menos por los demás, a ver si eso me hace conducir mejor, ya que siempre estamos mejorando, todos, espero.. jajaja).

Ayer me pasó otra cosa y esto fue por casualidad. Quise ir a la clase de Yoga que se supone que había en el gimnasio. Así que llegué, entré, y yo iba tan contenta diciendo: "uy, qué bien, algo fácil, una clase de meditación..."

Y de repente el monitor dice:

-Pesas, barra, step... y mancuernas. Y vamos a levantar peso máximo un par de veces así que no os cortéis...

Arqueó las cejas.

-Eeeeh, perdona, ¿esto no es pilates o yoga  o g-mind o algo así?

-No -contesta el profe-, esto son pesas.

"Oh, cielos".

Yo no hago pesas. Yo salto y bailo. Hago bicicleta. Camino. Pero si me das una pesa o me pides que haga una plancha, no aguanto ni quince segundos. Tengo 52 pulsaciones en reposo. 147 es mi máximo en cardio. Puedo hacer zumba, puedo correr... pero nada de pesas.

Y ya no podía salir de la clase.

-En fin... -murmuré.

Elegí el menor peso posible. Y me dije: "lo harás fatal así que... qué más da".

Bueno, pues ¿sabéis qué?

-Fácil, ¿no? -dijo el profesor.

La clase era sencillisima. Sentadillas y levantamiento de peso, una y otra y otra y otra y otra vez. Nada más. 

Y de nuevo pensé: "¿Por qué pensaba que yo que esto era tan difícil?.."

Claro, al día siguiente unas agujetas que... jajajaj!

Y meditando también me di cuenta de que podía hacer algunos ejercicios sencillos. Y pensé, "¿Por qué no me los enseñaba esta persona?". Me refiero a, ¿tan difícil es decirle a alguien "toma, prueba a hacer esto para aumentar tu compasión o tu amor o..."? 

Y entonces me di cuenta de que aprender no tiene que ser complicado.
Requiere práctica. Y no digo que no dejes de esforzarte (en conducir, podéis creerme, me he esforzado muchísimo) pero conviene dejar de ver las cosas tan complicadas. Saber que requieren práctica y paciencia... y buscar a alguien que desee compartir sus conocimientos.

(algo interior me pide que añada: y escuchar).

Pero ese es otro debate porque escuchar es una cosa y comprender otra bien diferente. Yo puedo repetir una frase palabra por palabra porque te he escuchado y sin embargo, no te entiendo. Y eso lo estoy ejercitando yo a la inversa porque... madre mía, cuando vienen a preguntarme cosas en el curro no se enteran de la respuesta. Y no se enteran de la respuesta porque no me dicen en realidad lo que quieren, lo que hace que yo tenga que mejorar mi capacidad de escucha. Si respondo a lo que ellos dicen, la respuesta no les vale. Tienes que responder a lo que ellos quieren pero no se atreven a plantear. Ufff... me vendría bien hacer un esquema de preguntas claves. Con los veteranos es más fácil. Un veterano cuando se acerca, ya sé lo que quiere pedir y él enseguida sabe si se autoriza o no. ¡Jajaja! Pero con la gente nueva no porque... su mundo es diferente. Ellos todavía están estableciendo los límites de lo que está bien y lo que está mal. 

^_^ Y otra de las cosas que tengo que mejorar es mi forma de responder para que sea más directiva. Yo ya sé que me sé la norma y ellos no. Pero cuando le dices la norma se te quedan mirando con cara de esperar algo más. Yo pienso: "a) la respuesta no le ha gustado y está esperando a ver si cambio la norma. b) quiere decirme algo más y no se atreve. c) piensa que yo no le he entendido". 

Veréis, cuando yo era operadora, una de mis jefas siempre-siempre-siempre abría un manual y buscaba la norma. Yo recuerdo que pensaba: "¡¡¿para qué hace eso??!! Por qué... ¿por qué abre la norma? ¡Si yo solo quiero que me diga sí o no!". Luego ocupé el lugar de esa persona. ¡Jajajaja!  La vida es maravillosa. Veréis, lo que me faltaba a mí, cuando operadora, es que esa persona me dijera: "esto, lo puedes hacer tú, no tengas miedo". Yo no sabía que tenía derecho a consultar el manual y decidir. Fijaos qué tontería. 

Y con esto ya termino, creo que uno de los mayores tesoros que podemos tener como seres humanos es la paz mental y por supuesto, la salud. Y creo que uno de los grandes regalos que nos puede hacer el universo es aprender. Y yo de verdad, que en esto tengo que estarle muy agradecida a mi trabajo. Trabajo con personas y aprendo un poco cada día de ellos y de mí. Lo que, sinceramente, es un regalo.

Al menos, para mí.

Saludos!!!! 

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