Misterios extraños... (diario de una escritora juvenil)

Yo casi creo que va a ser la luna.



Ayer conseguí terminar, in extremis, 14 informes de mi equipo de trabajo. Pude ayudar a una compañera que me lo pidió y además el grupo obtuvo un éxito importante. Me lo vinieron a contar después, porque yo estaba en otras tareas... (hay bastante estrés en el curro)

Sin embargo, por la noche, me costó dos horas conciliar el sueño. Teniendo en cuenta que suelo quedarme dormida en cuanto apoyo la cabeza en la almohada, no pude menos que sorprenderme de ese extraño acontecimiento.

Y hoy, al levantarme, seguía igual de mohína. 

La única ventaja es que tengo las horas del día muy repletas de planes con gente que quiero, lo que sé que va a subir mi moral. Pero aún así, hay una parte de mí, triste. 

Si es por dejar la función de formadora aparcada.... el martes empiezo otra formación (aunque sólo va a durar tres días). Y el domingo tengo un taller literario que también es algo bien hermoso.
Si es porque la gente te pide mucho y se enfada cuando tratas de decir que no y no sabes cómo decirles que no, ya encontrarás la manera (o no, como dice alguien que yo me sé...) 
Si es porque me siento sola...

Ah, ya.

En esos momentos me pongo triste, porque además, demando mucha atención cuando estoy triste y -generalmente-, suelo estar sola. No es que demande mucha atención, es que la demando de personas que no me la van a dar.

Qué problema.

¿Existirá algún ser humano sobre la Tierra al que la parte "intelectual" y la vida del corazón le vaya perfectamente bien, a la vez?

No lo sé, tengo que preguntarle a mis amigos!

^_^ 

O a lo mejor no debería esperar nada de la gente... Es un dilema.

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