Mis amigos y yo hemos estado jugando a esta edición, que precisamente me regalaron por mi cumpleaños. Algunas de las tarjetas (casi todas) no tienen sentido, y tras intentar averiguar dos o tres de ellas, siempre nos acabamos cansando. El motivo es que no hay una coherencia lógica entre lo que la tarjeta muestra: "Martin va paseando por un campo y encuentra pepitas de oro". Y lo que tenemos que averiguar: "Hace mucho tiempo había un dragón que atacó una caravana de impuestos y el oro que no se fundió en dicho ataque acabó esparcido por el campo".

La clave del juego es que sólo puedes hacer preguntas de sí o no.

Si las historias fueran un poco lógicas, sería un juego estupendo, pero es prácticamente imposible adivinarlas. Esta mañana, mientras tomábamos un café en nuestra cafetería habitual, probamos de nuevo el juego. Con paciencia. Y he encontrado un enfoque que lo hace más divertido. 

No se trata de adivinar la historia del juego sino de comprobar cómo llegamos hasta ella.

Tras un pequeño diálogo interno de "Cerebro, ¿me echas una mano con esto?" mi respuesta super-intuitiva fue: ¿qué? ¿cómo? ¿por qué?... o sea, solemos quedarnos sin preguntas ante lo absurdo de la historia o premisa, sin tener en cuenta que como toda historia responde a unas pautas genéricas.

Jejejeje... entonces empezó a ser divertido.

Una mujer se compra unos zapatos. Poco después, muere.

Ya estábamos riéndonos de todas las tonterías que salían, pero... si aplicáis el método es divertido:

- ¿Muere a causa de los zapatos?

- Sí.

-¿De tacón?

-Sí

- ¿Muere al aire libre?

-No

- ¿Muere en su trabajo?

-Sí
-¡¡Ah!! ¡Ha muerto por ser alta!

Y aquí es donde el "master" se echó a reír. Llegamos muy, muy deprisa a: "muere a causa de los zapatos en su trabajo". Muy deprisa. Pero mi siguiente pregunta... nos despistó:

- En su empresa.... ¿había ascensor? 

Claro. 

Yo veía mi empresa. Una empresa. Y aunque habíamos llegado -aplicando el método-, en tres segundos a "muere por ser muy alta", lo de "empresa" nos despistó a todos.

Hora y media después... (y con pausa para mandar el juego a la porra) ... se reorientó todo con lo de "¿su trabajo es algo físico?". Ah, amigo.

-No es un trabajo intelectual.

- ¡¡¡¡ ES LA APRENDIZ DE UN MAGO!!! 

jajajaj!

- No

- ¿Trabaja en un circo? -preguntó acertadamente un amigo mío.

- Sí.

- ¡¡CUCHILLOS!! -GRITÉ.

¡jajaja!

Como soy visual, vi un circo con uno de esos... no sé, una ruleta dando vueltas y una ayudante de mago, atada y con un mago lanzándole cuchillos.

Era correcto.

Pero claro, el master dijo: "Ha sido increíble, ibais directos a la solución hasta que Nelly dijo: empresa. Cuando dijo la palabra empresa... jajajaj... se os fue a todos la pinza con aires acondicionados voladores, moto-sierras puestas sobre armarios y demás estupideces..."

El Black Stories edición misterio no es bueno. Porque son historias tipo: "Se despertó y al mirarse en el espejo supo que estaba perdida" y la historia que hay tras la tarjeta comienza con: "Menganita salía con un vampiro..." No son lógicas, no... no son concretas. Pero estas son algunas frases (si te fijas en cómo llegan hasta eso tus amigos, entonces sí son geniales) que se han oído durante el juego:

"¿El bebé era un fantasma?

¿La mató un compañero con una motosierra?

¿Era un niño lobo al que le han dado una coz?

¿En el circo se libraba los miércoles?"

He pensado usar el juego en mi siguiente taller literario. Yo cuento la frase que da la tarjeta, pero la parte de atrás la vamos a escribir nosotros.

250 palabras.

Puede estar bien...

Saludos frikis