En el que mi mente me ataca

El sueño empezaba con los personajes atrapados en un bucle.
Conseguí escapar con alguien más. Pero fuera del bucle había un laberinto.
Un laberinto oscuro, con las paredes hechas de seto, con espinas. Y, no sé por qué, creo que era seto de rosal.
Caminé por allí y llegué a una casa. Y aquí es donde la cosa se complica.
Había alguien más en la casa.
En el ambiente oscuro y opreviso, encontré otra persona. Era un chico. Yo quería salir de allí y él era un obstáculo. No me dejaba.

 - ¿Quién eres? -le pregunté.

Nunca me habría podido imaginar semejante personaje. Bueno, de hecho, estoy bastante impresionada. Debería usarlo en algún libro. Era como el actor que acompaña a Will al parque en serie WestWorld. El que se llama Logan. Pero mucho más desmejorado y oscuro. Pocas veces he soñado con algo tan tenebroso.

- ¿No te acuerdas? ¿No sabes quién soy? -tenía una expresión cruel.

- No.

Intenté salir por otro lado, su presencia estaba en todas partes.

 -  ¡Vete! Quítate del medio.

Me empujó.

- Vamos, prueba -me dijo- Sabes quién soy.

-  ¡¡Qué te largues!! ¡No sé quién eres!

- Sí que lo sabes. Recuerdalo. Lo sabes muy bien.

Madre mía.

- ¡¡Déjame en paz!! ¡¡Déjame salir de aquí!!

No había forma.
Era una pesadilla horrible. Atrapada en una casa con aquella... cosa, con aquel ser tan oscuro.

Me desperté. Fue tan... fuerte la pesadilla que me desperté.
Y tuve que encender las luces de la casa. Estuve como quince minutos solo para que se me pasara el sobresalto.


Pero por desgracia la noche de pesadillas no terminaba ahí.

Tuve otra que también me despertó.
(continuará).

Tengo que crear un personaje como el del sueño...

Bueno, todo sea por terminar la entrada. El segundo sueño de la noche que recuerdo tenía que ver con una casa. Era una casa grande y desconocida. Con un montón de cosas. Tengo que reconocer que a mi cerebro le gusta imaginar espacios tipo "castillo ambulante de Howl". Hay que ver cómo se parecen las cosas a su cuarto lleno de trastos y recuerdos. 

Esta pesadilla también me despertó. Básicamente, consistía en que un día al llegar a casa miro para el techo y está... como si fuera a derrumbarse. Se va a venir abajo. Al parecer, alguien se ha dejado un grifo abierto. Y empieza a curvarse y a combarse a causa del peso del agua.

"Se va a caer", pienso. Y llamo por teléfono al seguro, o a alguien, que me dice qué ha podido pasar. Pero mientras esto ocurre escucho una especie de avería en la cocina. Y voy hacia allí. Y aquí viene el problema, todo son cables, tubos, trastos, muebles... mil millones de cosas.

¿¿¿Pero esto qué es??? ¿Este tubo para qué sirve,... este cable a dónde va? ¿Dónde está la llave del agua? ¿Qué conecta esto con lo otro ¡¡¡Socorro!!! ¡¡¡Socorro no entiendo esta casa!!!

Y el techo a punto de derrumbarse.
Me desperté.

Bien, alguno podría pensar (o alguna) "Nelly, cielo, ¿qué hiciste antes de acostarte?" Pues os lo diré: me puse un trozo de un discurso del Dalai Lama. Sí, como lo leéis. NO leí novelas de terror, no vi pelís de miedo. NO. Qué va. Eso y canciones de Mecano.

Así que... por si acaso me afecta demasiado lo trascendental, hoy voy a ver algo mucho, mucho, mucho más ligero. Querida parte del cerebro que inventa pesadillas, a ver qué haces con esto, jajajaj!!

Felices noches !!! =) 




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