Perfect Sense




Protagonizada por Ewan McGregor y Eva Green que hacen, a mi parecer, una pareja estupenda en la pantalla. Es una película bastante dura por lo que no la recomiendo para gente joven, yo la recomendaría de 22 años en adelante, incluso puede que más, por los temas que trata. Es para un día en que te apetece ver algo "sesudo" y la comparo con Melancolía (de Lars Von Trier) porque, cuando acaba, respiras hondo y te dices: "¡¡ufff, menos mal que no está ocurriendo nada parecido en el mundo ahora!!"

Comienza con un chef "desenamorado" y pragmático, que conoce a una epidemióloga inteligente e igualmente solitaria. Se enamoran. No así, de repente, claro. Pero son personajes que a base de coincidir...acaban teniendo algo.

El problema es que una extraña enfermedad se expande por el mundo (ni siquiera aclaran que sea enfermedad)... Un extraño suceso se expande por el mundo y hace perder a los seres humanos sus sentidos.
Y es terrible.
Comienza con un ataque de llanto, luego todos pierden el olfato.
Vale. Puede ser algo excepcional y la vida sigue.
El ser humano se adapta pero es que al poco tiempo, tras un ataque de miedo, los seres humanos pierden el sentido del gusto...
Tras la ira, el oído...

El caso es que, a estas alturas del film, piensas: "vale, puede que acaben perdiendo la vista pero, ¿qué pasa con el tacto?"
¡Ah, el tacto! Ese sentido olvidado que nos mantiene unidos al mundo.
El olfato (los recuerdos), el gusto (la comida), el oído (la comunicación hablada)... queda la vista. Okey, pierden la vista. Hay gente sin sentido de la vista por el mundo. Pero sienten y tocan. Saben donde están.
¿Qué ocurre si lo pierden todo? Si lo perdiéramos todo.
¿Qué ocurriría sino pudiéramos sentir?
Decimos que estamos en el mundo porque lo percibimos. ¿Qué ocurre si a un ciego, sordo, mudo, sin olfato y sin gusto... le quitas el tacto? ¿Qué queda? 
Y ahí está la cosa. La película no lo detalla (tampoco os quiero contar todo), aunque lo he hecho ya, francamente no aborda esa cuestión, pero es que... una vez terminada yo sigo preguntándome: ¿y el tacto? Si se quedaran sin tacto, adiós al mundo.
Lo que hace que te plantees: ¿estoy prestando atención a lo que siento en este momento?



Para otro día, una recomendación más ligerita, jajaja! (que esta es buena pero te agita por dentro)
Saludos!!!

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