En primer lugar, me encuentro con que en este año 2016 se me han cumplido un montón de deseos. He sacado otro libro, ...he encontrado una pareja.

Además una pareja que quiere estar ahí, que es lo raro, porque...bueno, no sé vosotros, pero lo normal es que con la gente te lleves decepciones. No con la gente a prudente distancia, sino con la gente empeñada en formar parte de tu círculo. 

Tengo uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... siete,... nueve... unos diez amigos de hace más de 8 años. Leí en una revista que las amistades de más de 8 años es raro que se rompan. Eso me dio una alegría porque conozco a muy buena gente desde hace ya... no sé, catorce, quince años, y solemos quedar.  Lo que significa que en la parte social...he cumplido. 

En la parte literaria, jajajaj! bueno, veréis, este año he escrito un libro con plazos. Vale. Hace tiempo, mi amiga Olalla, una escritora absolutamente maravillosa* 

(*Nótese por maravillosa cuando el lector siente y podría decirse "he llegado hasta aquí pero no sé cómo me han traído"; Eugénides también lo tiene... es, bajo mi punto de vista, maestría al narrar)

... tomó un café conmigo y estaba realmente agotada. Tenía que terminar una novela por plazos. Y de verdad que estaba exhausta, con dolor y algún problemilla, por el estrés. Yo, cuando la vi, recuerdo que pensé: "¿Por qué sufre? ¡Es una escritora sensacional! ¡Ojalá yo tuviera que terminar una novela por plazos!"

Bien. Mucho ojo con los deseos.

jajaja!

Y como esto que os cuento, ha sido todo el año. ¿Me entendéis?

Allá donde yo miraba a alguien y decía: "¿Por qué hace esto? ¡Si yo estuviera en su puesto, haría lo otro y siempre sonreiría y sería feliz...!"

"¿Por qué contesta así?"

"¿Por qué actúa de esta manera cuando me acerco?" "¿por qué se enfada?"

Y esta frase, no la vais a entender pero no sabéis lo divertida que es para mí: "¿Por qué me enseña la operativa si yo lo que quiero es que ella me diga qué hacer?"

Esa frase, esa, es tremendamente demoledora. Cada vez que la recuerdo me río y pienso que hay alguna fuerza en el Universo que se lo pasa bomba. No puede ser tan irónica la casualidad. O igual sí.

Lo único que puedo preguntarme -y esto ya afecta a la forma en que se rige la sociedad, es:- ¿no tenemos un problema de comunicación enorme los seres humanos?

Si pudiera viajar en el tiempo, cogería a esa Nelly que miraba la operativa con ojos redondos y le diría: "Puedes hacerlo tú". Simplemente eso. ¿Sabes por qué te enseña la operativa? Porque puedes hacerlo tú. Y añadiría: ¡¡carro de nervios!! jajajaj!!! ¡¡que lo haces bien, melón!!!!!!! ¡Que vales mucho!!!!!

JAJAJAJAJA!!!!

Sabéis quién autoriza ahora las operativas?

Decidme que no es irónico. Aprender así. Es algo muy raro. 

En fin, eso en cuanto a lo laboral/escritoril.

En cuanto a lo espiritual:

El mes de enero a mayo fueron meses importantes para mí. Pero lo que sentí no lo puedo escribir porque me tildaríais de "esta esta loca" o, "otra idea absurda más sobre la energía".

No obstante, me voy a quedar con esa palabra. "Energía".

Porque creo que es importante. 

Creo que la gente reacciona a nuestra energía y creo del mismo modo... que hay mucho más por descubrir y por sentir y por ver. 

Luego la ciencia lo explicará, seguro.

Pero...si tienes alguien en quien confiar y que te puede ir guiando en la mejor forma de aprender... qué queréis que os diga. Si hay un buen profesor... eso es un regalo maravilloso. 

Al contrastar la iglesia cristiana (a la que voy los domingos) a escuchar historias y porque me gusta, con las enseñanzas budistas me encuentro con parecidos razonables entre el mensaje que lanzan: paz, amor, armonía, compasión, despertad...No obstante, allá donde el cristianismo enseña mucho enfatizando en la culpa y el castigo... los budistas celebran la vida. Celebran hasta el sufrimiento.

Claro que para eso primero tienes que entender qué es el sufrimiento. Y la felicidad o "¿suka?" o no recuerdo el término exacto.

Lo que tiene el budismo es una cosa rara, y esto es muy personal, y es el tema de la meditación. Si hace años me dices: "oye, medita", yo contesto: "¿tomamos un helado?" 

Fue la llegada del Muso, o la debacle de acontecimientos que me condujeron a obsesionarme por él, lo que me llevó al budismo. Lo que a su vez me ha llevado a la meditación. Lo que me ha cambiado la vida.

Porque afecta en todo. Empecé a meditar y mejoré mis amistades. Subí de puesto en el trabajo. Pasé a ayudar a los que me ayudaban a mí (considero que todos somos capaces de ayudarnos por tanto, ¿por qué no ayudar a todos?).

Y comencé a ver la vida de otra manera. Aún me falta muchísimo por aprender. Prueba de ello es que me enfado o disgusto muchos días. A veces lo mando todo a la porra y solo quiero esconderme. Pero luego salgo otra vez y debo admitir que con bastante alegría. Ahora veo que me enfado y que me alegro de manera constante, cambiante y diaria... lo raro es que esté dos días con el mismo humor. Pero, en general, si siento que tengo espacio, soy una enorme sonrisa con patas. De esas que salen a la calle diciendo: ¡¡mira, el cielo es azul!! ¡¡Mira, un árbol!! ¡¡Mira, una idea para una novela!! ¡Mira, un arco iris!

Un poco pesada, sí, pero es lo que hay. Si me pongo a leer no se me escucha. Y, por raro que parezca, también me gusta mucho estar en silencio porque estoy acostumbrada a la soledad.

^_^

Y en cuanto al trabajo de ahora, pues... por delante tengo mucho. Especialmente en la interacción con los demás y en saber mantener mi espacio y que no me afecten tanto las cosas.

Y ese ha sido mi año 2016.

¿Creéis que en el 2017 podría ver al Dalai Lama? ^_^ ¿os imagináis? Os invito, por supuesto, a compartir vuestro año contestando a esta entrada. Sed felices!