Escribir para adultos.

Puertas que se abren.
Llevo una semana de sueños agitados de significado relevante, que me inquieta. El último tenía que ver con una puerta.


Y entre medias lo que me ocupa la mente hoy es: cómo escribir para adultos. La temática juvenil e infantil es sencilla. Una vez te haces al vocabulario y a la forma de construir las frases, más simple (que no por ello fácil), solo tienes que elegir una temática (o no elegirla... ) y sentarte y escribir. Los niños tienen una forma de ver el mundo muy especial. 
Digo "elegir" o "no elegir", porque los juveniles en mi caso se escriben solos. Luego los leo y veo mil fallos, claro (¡¡por favor, galeradas, un autor necesita galeradas!!). No, en serio, hay fallos, pero bueno, también hay aciertos
Y antes de que me pierda en un mar de autocrítica, vamos al quid de la cuestión. La narrativa adulta.

Es normal comenzar imitando el estilo de quien te gusta. A mí me gusta Vázquez-Figueroa (Tuareg), y me gusta Eugenides, y me gusta Estupor y Temblores, (A. Nothomb), y me gustó muchísimo en su día una novela de Connie Willies llamada Tránsito. También hay cosas de Stephen King que me gustan mucho (otras no).

Vamos a ver si consigo descubrir cuál es mi estilo. (Esto no es fácil), o mejor dicho: vamos a ver si consigo descubrir el autor que quiero ser. 
A todos los que estáis en mi situación y os gusta escribir, espero que esta entrada pueda ayudaros con ello.
En mi caso, las que me gustan son novelas ambientadas en lugares remotos, que me transmiten una experiencia que yo no tengo. (Japón, los beduinos del desierto... y un hospital de Estados Unidos). Son todo lugares lejanos. Eso, además, encaja con Seda, de Baricco. Otro de mis libros favoritos por cómo está narrado (Un cuento para contar cosas profundas).
Bien. 
Es decir, son novelas que me transmiten la experiencia de cosas fuera de mi alcance. 
En segundo lugar y lo más importante, juegan con el lector.  "Tránsito" tiene de genialidad que llega un momento en el que no sabes si los protagonistas "están soñando" o "están despiertos". Eso es lo bueno de la novela (trata de si hay vida después de la muerte), y de hecho, tiene un maravilloso final abierto. Tú eliges, como lector, si quieres creer en la fé y pensar que vive para siempre o si eres científico y decides que va a morir en un abrir y cerrar de ojos y todo es fruto de su mente alucinada. Esa novela es brillante.
Leí otras de Connie Willies pero no me gustaron.
A decir verdad esa novela tiene momentos de ... absoluta musedad. No puedo explicarlo de otro modo (todos sabéis que tengo un Muso), pero.. llega un punto en el que no sabes dónde estás. En el que de verdad te parece atisbar que hay algo más. En el que sientes una cosa, pero la mente racional te dice: "no me lo creo ni de coña". Y no es porque la narradora diga: ¡¡oh, mira, vida después de la muerte!! Que va. Eso es lo bueno. Es porque te cuenta unas experiencias que llega un punto en que dices: "bueno, vamos a ver, ¿¿la niña está ahí de verdad o me estoy volviendo yo loca??" Confunde mente, vida, realidad, lo confunde todo... 
Eso es un éxito. 
Pero no sé cómo lo hace la autora. El punto de vista del narrador, se me escapa. 
Y es lo mismo que tiene Tuareg. Ojo, que también destripo: Tuareg cuenta la historia de un hombre del desierto. Raptan a su familia, se ve involucrado en un viaje de venganza terrible y, en mitad de ese viaje, salva a un hombre. Hasta aquí, bien. Entonces llega una etapa en el libro en la que ves como sufre por mantener con vida al hombre. "Hay que ser una piedra para sobrevivir en el desierto", dice. Y lo pasa fatal. Sin agua, sin comida... luchando por salvar a ese desconocido.
Bien, casi en el final (ya se separan) el beduino llega a la ciudad y decide matar al que ha destrozado a su familia. En verdad todo el libro es un desesperada venganza pero llega un punto, hacia el final, en el cuál el protagonista puede volver. Y lo ves que puede volver, dar la vuelta y volver a su casa. Ya todo ha terminado. Pero entonces decide que no, que si hace falta irá a matar al presidente que ha propiciado la muerte de los suyos. Hay un punto muy sutil, en el que -como lectora- sentí algo raro. Sentí que... no sé. Traducido a palabras, sería: "Mira la loca obcecación de este hombre, que desea matar a un desconocido. Plantéatelo desde otra perspectiva: ¿no es acaso un asesino obsesionado por una idea?" No lo pensé con palabras, simplemente sentí a un par de páginas del final que allí había algo que no era correcto. Conoces la historia del tuareg, y te parece lógica, ¡¡eso es lo grande de la novela!! Entiendes al beduino... pero cuando mata al presidente al que culpa de todo (y de esto da pinceladas a lo largo de toda la obra), ¿sabéis quién es? Es el hombre por el que casi se deja la vida en el desierto, aquel que había salvado con un esfuerzo increíble. Y ese día, celebraban su regreso a la presidencia porque antes había otro presidente, lógicamente, muy malo. 
Cuando acabé el libro pensé en la estupidez humana. Me impactó muchísimo. ES BRILLANTE.
Absolutamente brillante. Por como está narrado.
En una feria del libro se lo comenté y me dijo: "Un lector al terminarlo lo arrojó por la ventana" JAJAJAJAJAJJAJA!!!
JAJAJAJAJAJAJA!!

Al ser humano no le gusta ver sus errores. JAJAJAJAJAAJAJAJ!! 
Es genial. Es una obra maestra.

Pero volvemos a lo mismo, el narrador no toma parte. Simplemente te muestra las cosas. No toma partido.

¿Cómo escribo un libro sin tomar partido? 

Amelie Nothomb sí lo toma y por eso "Cosmética del Asesino" no me gustó tanto. Lo que tiene Nothomb es que en la historia de la estudiante en prácticas en Japón, vuelca experiencias realmente innalcanzables de escribir (a no ser que las hayas vivido), pero la voz de esa autora es diferente. Es irónica, pero es su voz. Es decir, se nota que su novela se basa en algún tipo de vivencia. Lo cuál es bueno, también. 

El caso es encontrar tu propia voz

A Eugenides le estoy estudiando ahora. He vuelto a empezar Middlesex. Y sí tiene voz propia. Me refiero a que no es tan aséptico como pensé la primera vez que lo leí. Claro que usa un narrador personaje.

Lo primero que tengo que decidir es si quiero usar un narrador personaje o un narrador omnisciente.
Lo segundo, es la temática.

*** Una buena historia puede servir para desarrollar personajes, sin necesidad de enfocarse solamente en ellos. Es decir: si deseo hablar de personajes pero resulta demasiado complicado abordarlos sin más, entonces se pueden involucrar en diferentes situaciones donde se aprecien sus características.

Creo que eso es mejor. 

Entonces lo que hay que buscar primero es, ¡una buena historia!

Y jugar con el lector. 
¡¡ufffff, esto me va a llevar mucho trabajo!!!!

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