Si queréis saber cómo ha llegado un dragón hasta mi casa, no os perdáis la historia...



Todo comienza cuando decido comprar esta consola que veis como premio por mi esfuerzo en el trabajo. Tan nerviosa estoy con la idea, que la de la tienda hasta piensa que quiero robar algo. Le explico: "no, mira, es que es un auto-regalo. Y no estoy acostumbrada a darme estos caprichos", y me contesta: "Ah, esos son los mejores".

Vale.
Me dice que la imagen es en tres dimensiones. Pienso:
"BAH! A mí eso me da igual".
Qué tres dimensiones ni qué tres gaitas,... es una consola. A mí no me gusta la tecnología. Me la compro sólo para hacer puzles mientras voy en el metro...
Llego a casa.
Un par de horas después, la conecto.
¡¡HALA!!
- oOOOOOOooooOOOOOH!!! ¡¡Se ve en tres dimensiones!!!!
Vale, no me impresiona, me digo, es una curiosidad, nada más, no te emociones, jajajajaj... Tiene tropecientas mil aplicaciones que aún no me he leído. ¡Hace fotos en Tres D! Y si quieres, puedes quitar el Tres D también...
Ligéramente entusiasmada, pero no demasiado, me pongo a curiosear y uno de los juegos se llama "realidades ampliadas", o algo así. Me pide que coja una de las cartas que vienen de regalo (elijo Zelda, porque me encanta el elfo) y que la coloque sobre una superficie plana.
Lo hago.
Espero un buen rato porque la consola esta calibrando no se qué cosas... Me pregunto para que puede servir. Decido que para nada, seguro...
Y... de pronto....... ¡¡¡¡¡¡de la mesa sale un dragón!!!
jajajaja, ¡¡un dragón!! Me lío a flechazos con él y al rato la consola dice: "esto, ejem, puedes acercarte un poco que no es de verdad y desde tan lejos las flechas no llegan"
La carta se hunde en la mesa... ¡Y nace un árbol! en Tres D. Mezcla realidad con fantasía, ¡¡esto es una pasada!!
¡¡Una pasada!! Mi salón es parte del juego.
Me quedan 5 cartas. ¿Qué tendrá cada una? ¿Se podrá jugar las veces que uno quiera?
Tengo tres amigos que trabajan en videojuegos: dos los crean, él otro les pone voz. Yo estoy tan desactualizada que ... esta maravilla me parece una especie de milagro tecnológico. ¡¡Un dragón en mi salón!! De verdad.
Os la recomiendo.
Saludos,
Nelly.
Esta industria tiene mucho futuro por delante, es asombrosa.