Hay un sitio estupendo para ir a desayunar cerca de mi casa.
Es una cafetería con sillas de madera, decorada con relojes que marcan las horas de diferentes ciudades del mundo.
El otro día, cuando fuí a desayunar con un amigo, nos pasó una cosa muy curiosa (bueno, a mí ya era la segunda).
- ¿Qué os pongo?
- Yo quiero un café bombón.
- Y yo un zumo de melocotón.
Mi amigo me miró y siguió:
- Sin haberlo deseado, me ha salido un pareado.
- ¡Dese prisa, camarero! -reí yo.
- Traigalos con esmero -concluyó mi amigo.
Estamos locos
jajajajja.

¡Y por fin es viernes!
Después de una semana agotadora con mucho trabajo y algunas desilusiones , una esta esperando que llegue este día para NO HACER NADA (más que escribir y vaguear)
¿Cómo se presenta el fin de semana?