Cuentos del niño mensajero : "En lugar de la televisiòn"

-Este dichoso horario de invierno... ¡se hace de noche muy temprano!
El niño mensajero escuchò quejarse a la Alcaldesa sin decir palabra. El despacho estaba oscuro salvo por la luz de una lámpara de cristal emplomado que habìa sobre una mesa. Nell hablaba para ella sola y no fue sino el ronroneo de Traspiés, un gato amarillo con rayas naranjas que se frotò contra las piernas del niño, lo que delatò que allì habìa alguien más.
-¡Hola! No sabìa que me escuchabas...
- Lo hago siempre.
El cartero acariciò la cabeza del animal con expresiòn afable.
- Uffff, menudo rollo este horario de invierno. ¡Mira, ya es de noche! ¡Que aburrimiento!
El niño no dijo nada.
- Esta oscuro, todos se van a casa, ...-siguiò Nell-, el dìa se acaba.... Todos encienden el televisor y buscan algo en que entretenerse mientras se muere el dìa.
Los ojos marrones del muchacho buscaron los azules de la Alcaldesa. Pero no hubo encuentro, ella estaba inclinada sobre unos papeles, refunfuñando. Eran facturas del alumbrado pùblico y otros gastos de la ciudad.
- Te propongo un juego.
- ¿Cuál? ¿En qué consiste?
- En no encender el televisor.
La Alcaldesa se quedò pensando.
- ¿ Y qué hago entonces este rato?
- Ùsalo para conversar.
- ¿Y si el interlocutor se aburre?
- Contigo, lo dudo...
- ¿Y si esta cansado?
- Entonces, lee...
- ¿Y si me canso yo?
- Medita.
- ¿Y si no me concentro?
- Entonces busca al fantasma...
Los ojos de la Alcaldesa se abrieron de par en par.
-¿¿Fantasma??
Un viento helado atravesò la habitaciòn. Nelly mirò a un lado y a otro, asustada.
-¿Qué fantasma?
-Tenemos uno, ¿no te habìas fijado?
- Pues no...
- Por Halloween esta más comunicativo. Prueba a buscarlo a ver qué te dice, en vez de encender el televisor.
Y asì fue como Nell, en lugar de ver la tele, comenzò su bùsqueda del fantasma del que habìa hablado el niño mensajero...
Continuara...


Tras decirle aquellas misteriosas palabras, la Alcaldesa estaba intrigada. ¡Un fantasma, nada menos! Eso no se veía todos los días.
- Creo que deberíamos llamar a Memphis.
Memphis era la científica de la Ciudad de los Cuentos. Una jovencita algo mayor que el niño mensajero, con dos coletas, morena, cuyas gafas de pasta siempre se resbalaban sobre el puente de su nariz. Si alguien necesitaba una explicación lógica para algo, allí estaba Memphis para buscar el sentido científico de la vida. Resolvía ecuaciones, establecía hipótesis y comprobaba los datos de todo cuanto le rodeaba. Solía vestir una bata blanca sobre diferentes atuendos, y de su bolsillo asomaban siempre un montón de bolígrafos y hojas de papel.
La Alcaldesa levantó el auricular del teléfono y en un abrir y cerrar de ojos tenían a Memphis en el despacho de la casa consistorial. Solo que al oír lo que le dijo la Alcaldesa, su ceja derecha se alzó mientras la izquierda se mantenía plana. 
- Los fantasmas no existen -dijo-. Son solo una expresión de la esperanza de todo ser humano de que haya algo más después de la muerte... En verdad asustan, pero si existieran, ¡todos se llevarían una gran alegría!
Nelly se frotó la barbilla mientras pensaba.
- Hum... No lo sé, todas las historias concuerdan en gente que viaja hacia un más allá sin recuerdos y se queda en un más acá, atrapada por algo....
Al niño mensajero le entró la risa pero en cuanto ambas le miraron, enmudeció. Tampoco fue una carcajada, solo duró unos instantes. Se dio la vuelta mientras las chicas hablaban, y se entretuvo en ojear una colección de libros que Nelly atesoraba en un armario.
- ¿Y bien, me ayudas a buscar al fantasma?
- ¡Pero Nelly, yo soy científica! ¡Lo único que puedo hacer aquí es comprobar que un método tuyo de buscar fantasmas funciona... no diseñar un método para hallarlos!
- Bueno, eres científica, puedes diseñar un método científico que funcione.
- Eso no funcionaría -dijo el niño mensajero-, la ciencia no puede explicar lo que estas buscando.  Memphis solo puede medirlo.
Nell se rascó la frente. Empezaba a estar agobiada.
- ¡Ah, ya sé! Mira esto -sacó del cajón del escritorio una vieja revista y señaló un anuncio con el dedo-, ¡el Profesor Pierre Lenland! Es un gran.. medium. Eso pone aquí. Le llamamos, ¡y encontramos al fantasma! Los mediums hacen esas cosas.
Cuarenta minutos después Nelly, el niño mensajero, Memphis y el gato Traspiés recibían al profesor Pierre. Un hombre bajito, canoso, con bigote y cejas espesas, ojos grises y un gran maletín de cuero marrón.
- Necesito que todos guarden silencio... -dijo el profesor.
No se oía ni a los grillos.
Sacó de su maletín un objeto extraño con forma de horquilla. Lo movió por toda la estancia mirando al techo y diciendo "ajá", "ajá", cada pocos pasos. Luego removió los libros de las estanterías de Nelly y, por último, se giró hacia su audiencia. 
- Noto una presencia en este lugar.
- De hecho, hay cuatro -apuntó Memphis-, sin contarlo a usted, doctor.
- Profesor.
- ¿Qué?
- Que soy profesor, no doctor.
- Lo que usted diga.
El profesor le lanzó una mirada fulminante pero continuó:
- Es una presencia del más allá. Una presencia que nosotros no podemos entender del todo. Es como si cientos de ojos nos contemplaran...
- ¿Con o sin pestañas? -preguntó Memphis.
- ¡Silencio! -exclamó el profesor-, necesito que estéis callados para llamar a este espíritu.
Entonces apuntó con su extraña horquilla gigante hacia la lámpara del techo, que seguía apagada si recordáis el comienzo de esta historia, y gritó:
- ¡Oh, fantasma que estás oculto entre las sombras, no tengas miedo y acércate a nosotros....!
No ocurrió nada.
El profesor Pierre bajó entonces la voz. La bajó tanto que parecía que iba a desfallecer de un momento a otro: 
- Acércate máaaaassssss, fantasma...... -susurró- máaaaassssss....
Nelly y Memphis se miraron y estallaron en carcajadas.
Era absolutamente ridículo. Un hombre tan serio como él haciendo que hablaba con las paredes.
- ¡Muy bien, se acabó! no pienso trabajar en este ambiente...

Continuara...

Horas después la Alcaldesa, el cartero, la científica y Traspiés seguían sin averiguar un método fiable para localizar y capturar al fantasma. Y salvo quizá por el niño que parecía ser capaz de ver más allá de lo humanamente posible, el resto se sentían confusos y cansados. Incluso el felino bostezó repetidamente, tumbado sobre unos tomos de libros contables.
El reloj dio las doce.
- ¡Lo tengo! -exclamó Nelly. Se levantó tan deprisa que el gato saltó alarmado-. Ya sé qué hacer para encontrar al fantasma: ¡vamos a llamarlo!
- ¿Crees que es buena idea? 
- ¡Pues claro!
Reconoció para sus adentros que tras darle tantas vueltas la conclusión alcanzada resultaba de lo más básica. Intentar una conversación.
- Pero no sabemos su nombre -apuntó Memphis.
Ni siquiera el idioma que utilizaba. Fue en este momento en el que Nelly buscó instintivamente la mirada del niño, quién le advirtió sin usar palabras: "Cuidado". 
Si Nell llamaba al fantasma, puede que sólo los presentes alcanzaran a escucharla, pero si le pedía al cartero que lo hiciera... entonces a saber quién atraía a la Ciudad.
- Por intentarlo, no perdemos nada.
En lugar de usar una herramienta como la del profesor Lenland, la Alcaldesa se puso en pie, miró hacia el techo y dijo:
- ¡Hola, fantasma, ¿estás por aquí?!
Silencio.
- ¡Hooooolaaaaa! -repitió Nelly.
Nada.
- ¿Konichi wa? ¿Koban wa? ¿Hello?
Ni caso.
- ¡Es inútil, aquí no ha fantasma!
Probaron todo tipo de nombres, desde los más comunes (Memphis instruyó a Nelly sobre los nombres más repetidos del mundo. Andrea era de lo más habitual, dado que resultaba ser nombre de chico y de chica según el país) hasta los más extraños.
Cerca de las dos de la madrugada y tras intentar hablar con el ser de otro mundo en cinco idiomas, fabricar un sensor sensible a los espectros a base de un bolígrafo, un imán y tres clips de colores, y preparar un té acompañado de dulces, Nell se dejó caer en su sillón de lectura, agotada.
- ¿Estás seguro de que hay fantasma?
- Seguro. De hecho han venido varios a ver cómo intentas hablar con el que vive entre estas paredes.
- ¡Pues resulta agotador buscarlo!
- Igual no estamos enfocando bien el problema.
Memphis borró su pizarra blanca y de nuevo comenzó a escribir mientras hablaba:
- Tenemos un fantasma que vive en el despacho del ayuntamiento. No responde a ningún idioma, pero tiene toda una ciudad para perderse y sin embargo, supuestamente se queda aquí. ¿Por qué?
- Igual le gustan los libros -apuntó Nelly.
Memphis lo escribió en la pizarra y acto seguido lo tachó:
- No es probable, dado que nunca lees en voz alta.. no se enteraría de las historias.
- Entonces le gustará el lugar. A lo mejor vivía aquí antes.
- ¿Antes? ¿Antes de qué?
- Antes de que llegara yo.
- ¿Antes de que tú llegaras? Sería interesante analizar ese concepto...
Nell no entendió al cartero. Claro que tampoco tenía ni idea de lo que había en la Ciudad, antes de ser la Ciudad, así que... igual era absurdo preguntarse por el pasado de aquel Ayuntamiento.
- Bien, si no es por el lugar, y no es por mí, ni por los libros, entonces...
Traspiés maulló pidiendo comida y atención. En ese instante los tres se volvieron a mirarlo y un silencio pesado se adueñó de la estancia.
- ¿¿El gato?? -preguntó Nelly a Memphis.
La científica lo tomó en brazos y lo posó junto a la lámpara de cristal emplomado.
- A ver, prueba tú a llamar al fantasma -pidió Memphis.
- Si es un gato, ¿cómo va a entenderte? Y mucho menos hacer lo que le pides.
El niño mensajero se adelantó un paso.
- Pídemelo y se lo traduciré...
- Muy bien.
Nelly lo pidió con el corazón y el gato lanzó un apesadumbrado y prolongado maullido, tras percibir lo que el niño mensajero le tradujo sin palabras.
Entonces las bisagras de una de las ventanas chirriaron mientras ésta se abría lentamente. Un viento frío acarició las piernas de Nelly, y también de la científica, que notó como el pelo de los brazos se le erizaba.
- ¡Diantres, el fantasma es un gato!
Por eso jamás hacía ruido.
Nell miró al niño mensajero:
- ¿En serio? ¡Un gato! ¡¿Tengo un gato fantasma en casa?!
Por toda respuesta Traspiés maulló de nuevo y unos objetos de la librería se volcaron misteriosamente.
- Su nombre es Lince. Creo que es la novia o el novio de Traspiés. 
El niño mensajero acarició una cabeza de felino inexistente para Nelly, o invisible, que venía a ser lo mismo para ella.
- Un gato fantasma... qué idea tan interesante.
- Lleva años contigo, viene y va, según le apetece. Es muy manso.
- ¿Puedes verlo?
- Puedo sentirlo.
La Alcaldesa le miró escéptica pero al rato una sonrisa iluminó su rostro. Memphis, sin embargo, seguía sin acostumbrarse a la idea. Un gato fantasma era algo descabellado.
- ¿Y qué come? ¿Whiskas invisibles? ¿ratones zombies? -preguntó.
- A lo mejor caza malos augurios -respondió el niño mirándola severamente.
- De todos modos, sólo pretendía hacer algo más interesante y divertido que ver la televisión-les recordó Nelly.
Entre unas cosas y otras, se acercaba ya el alba.
Una noche en blanco, pensó la Alcaldesa, acariciando el aire alrededor de sus piernas, en busca del gato fantasma.
- ¿Estoy cerca de él?
- Tendrás que concentrarte para aprender a buscarlo...
Memphis borró su pizarra y guardó sus hojas llenas de tablas, gráficas e informes inconclusos sobre fenómenos paranormales. Mientras, el profesor Pierre se dirigía a la Oficina del Profesional Incomprendido para poner una queja sobre el trato recibido en la alcaldía. Lamentablemente estaba aún cerrada.
Y así pasó la noche de Halloween, del 31 de octubre al 1 de noviembre, en la Ciudad de los Cuentos.


FIN. 

http://www.patinajetavernes.es/



Luces Rojas - Rodrigo Cortés.


La echaron ayer en televisión y nunca está de más volver a reseñarla. Es una película interesante. 

Trata de un par de investigadores que se dedican a destapar los fraudes de todos los adivinos, mentalistas, magos y parapsicólogos del país... Hasta que un día se anuncia el regreso del famoso Simon Silver, al que da vida Robert de Niro, y que parece ser el mentalista más increíble, real, poderoso y dotado de la Historia.

Me encanta la película.

Me gusta el casting. El ayudante de la doctora -que pierde los papeles en más de una ocasión y la primera vez que vi la película no me di cuenta-, la novia del ayudante y el final. La historia juega a las confusiones, estáis advertidos. Habrá trozos en los que no tengáis ni idea de lo que está pasando.

No os lo voy a destripar, ni siquiera voy a dar una pequeñísima pista, porque lo divertido es eso.  La primera vez que la vi pensé que él era consciente, pero ahora, la segunda vez que la he visto, me da la sensación de que no lo es.  No lo es del todo, hasta el final. ¡Puñetas, ahora soy yo la que necesita saber si él lo sabía o no lo sabía! Me va a tocar verla una tercera vez...

* * * * 4 estrellitas le doy a la pelí.
¡no, venga, 5!!!!

Saludos!!!

Galanteos en Venecia.



Es maravillosa, ¡¡¡maravillosa!!!. Hacen unas cosas con la voz...

Mi escena favorita es esta:



Las del barco también son impresionantes... es tan bonita, pero esta que veis arriba me hizo reír mucho. Van los dos galantes a rondar a sus damas y es genial cuando dice uno al público algo así:
"Como no se calle ese jilguero le voy a romper el laúd... " Te ríes un montón. Y de cuando en cuando interrumpen la escena y te ríes todavía más porque hay un actor que hace de regidor y es simpático, divertido e irreverente. Hasta la orquesta del foso forma parte de la diversión (piden un bocadillo de tortilla...)

Mis amigos y yo dudábamos en si ir o no a la Ópera porque es muy caro y no sabíamos si nos iba a gustar. Pero después de esta obra yo creo que sí, que me va a gustar.  Es absolutamente fantástica. Lo que hacen con la voz... Los escenarios también son impresionantes. 

La historia trata de enredos en Venecia, de una fiesta del Dux en su palacio, de la mujer del Dux, de Don Juan, de una pescadora humilde, de un valiente soldado... y de que la noche los confunde a todos. La historia acaba bien sin demasiados sobresaltos (es decir, hay buena voluntad por parte de todos los protagonistas). 

¿Sabéis una cosa? hoy empiezo una novela. Ya está bien de retrasarlo... hoy me pongo un rato con el ordenador y empiezo una trama. Y si no me atrevo a empezar una larga y compleja, haré una novela corta. 
Una vez gané un concurso literario sobre Venecia: http://www.alohacriticon.com/relato-venecia/

Tu mundo en fotos...

Me han pedido si puedo buscar algunas fotos de paisajes que haya hecho. Me he puesto a buscar y.. no sé, me llama la atención ver lo que me llama la atención, jajajajajaj....




Y lo hermoso que es el mundo a veces... Y en las cosas en las que me detengo. Esta está hecha con el móvil en un día de mercado:






(si pincháis en ellas se hacen más grandes)
































¿os habéis fijado en que suelo hacerlas a contraluz??? Ni que el sol se pudiera atrapar en una foto...



Esta del atardecer la hice antes de tener una cámara digital... es increíble que quedara tan bien.




Y cierro con una que es de lo más cotidiana...

Esta hecha con el móvil al salir del trabajo.
Me están dando ganas de dar la vuelta al mundo con una cámara de fotos...
Cosa que por supuesto, no voy a hacer.



Caramba, no sabía que me gustara tanto hacer fotos.. ¡¡ni que obvio la norma más básica de no apuntar al sol con la cámara, jajajajajajja!!!!




¡¡No descatalogan La Casa Mágica de la señora Asworth!!!!

Me dice la editorial que no descatalogan el libro. ¡Menos mal! Tras 24 horas de "¡¡ay, qué disgusto!!" la cosa no es lo que parecìa. Habìa agarrado ya la pluma, enarbolado el cuaderno de escribir cuentos, desempolvado la imaginaciòn... Pero calma, paciencia y serenidad...
Que hay tiempo.
Qué balancìn emocional ja ja ja ja...

"¿Qué hacemos con los libros?" - Cuentos del Niño Mensajero.


La Alcaldesa de la ciudad de los cuentos sostenía en sus manos una carta que le acababan de entregar.
- ¿Qué significa esto? ¿Descatalogan mi primer libro?
El niño mensajero estaba frente a ella. Tras un día estupendo, Nelly había llegado a casa pletórica con un sinfín de ideas para un sinfín de entradas del blog (entre las cuales, destacaba admirar al fantástico Stephen King con su obra "La Tienda") cuando se encontró con una carta que no entendía, en el despacho del Ayuntamiento.
- ¿¿Descatalogan mi primer libro?? -repitió llena de inquietud.
- Sabías que este día iba a llegar... -contestó el niño mensajero.
- ¡¡No, pero hoy no!! -respondió Nelly enfadada-, ¡¡hoy no!! ¡¡Puñetas!!
Arrugó la carta y el entrecejo. Necesitaba pensar.
- ¿Tiene que ver con cierta idea que ....? -dejó la pregunta en el aire.
El niño mensajero la observó detenidamente y luego se sentó a su lado.
- Dime que no es por lo que pensé con el contrato de la tercera editorial... -dijo Nelly.
- Casi abandonas.
- ¡Es muy difícil! -protestó la Alcaldesa-, ¡y lo es por el papeleo!
El niño mensajero suspiró.
- Lo sé. Pero no tiene que ver con eso... 
- Entonces no es culpa mía...
La Alcaldesa se puso en pie y camino arriba abajo por el despacho de la casa consistorial.
- ¡De pequeña no parecía tan difícil! ¡De niña parecía que lo más complicado era publicar!
Al pequeño cartero de la ciudad le entró la risa.
- ¡Vamos échame una mano!
- Si no dices lo que quieres poco voy a poder hacer...
Transcurrieron unos minutos en silencio.
Si las miradas intensas pudieran abrir agujeros en la pared, Nelly tendría una nueva ventana en su despacho.
- La venganza no es buen motivo para alcanzar el éxito... -dijo el niño adivinando sus pensamientos.
- ¡¡Ya lo sé!! ¡¡Nunca lo es!!
- Reconoce que te hacía falta un empujón para que te pusieras de nuevo en marcha.
- ¡Calla! -respondió Nelly. 

De nuevo vueltas arriba y abajo, arriba y abajo. Que por cierto se escribe "arriba""abajo". Fue una de las cosas que aprendió en esa editorial.

- ¡¡¡Por Dios, es Planeta!!

Cada vez estaba más enfadada. Ni Stephen King...
Sonó el teléfono.
Sonó el teléfono en la vida real.

- Sí, te llamo porque yo he recibido también esa carta, justamente hoy...
Nell sintió como si le quitaran una losa de mil kilos de encima. De encima del corazón.
Tras hablar un rato con su amigo autor, más o menos, alcanzaron una solución. Habría forma de encontrar hogar a esos libros, quizá, de evitar que fueran descatalogados... quizá podrían saldarlos, quizá... podría recogerlos. No era la única con aquella carta, otros la habían recibido el mismo día. Otros, de más éxito que ella. 

- ¡¡Esto es muy complicado!! -gruñó Nelly al niño mensajero, tras colgar el teléfono.
Pero éste solo se reía.
- Querías ser escritora...
- Sí -respondió Nelly-, y pensaba que con publicar y esconderse en una cueva, ¡¡bastaba!!
- Querías ser escritora de verdad. Ten cuidado con lo que deseas. 
La Alcaldesa suspiró.
- Vale, ¿qué hago?
- En primer lugar, no estas sola -respondió el niño mensajero-, en segundo, tienes un twitter, un facebook y un blog con cerca de 4.000 visitas mensuales.
- ¿Que quieres que haga? ¿Que le grite al mundo que salve mi libro?
- Por ejemplo.
Nell miró a su alrededor. Y pensó en La Historia Interminable. Luego miró de nuevo al niño mensajero.
- ¿Cuál es el siguiente paso?
- Aprender. Ya sabes lo que les pasa a los autores de Espasa.

La alcaldesa se rascó la barbilla. 
Paseo arriba abajo. Esta vez más tranquila.
- ¿Cuál es el cuarto paso? Y dime por favor que llegamos a algo parecido a ".. y consiguió la pericia de Stephen King"...
- Pero sin ser famosa...
- Qué difícil me lo pones.
- Autora de éxito pero que no me conozcan, fenómeno fan pero que nadie me llame...
Ahora fue a Nelly a la que le entró la risa.
- Creo que tienes un problema con tus deseos -añadió el niño mensajero.
- ¡Y yo que ... eres un cartero muy descuidado!
De nuevo, al pequeño le entró la risa.
- Al menos ya te aclaraste con algo. 
- Pero sigo sin ideas para el nuevo libro.
- Normal, no sabes para qué hacerlo.
- Vale, quiero un libro que no descataloguen. ¿¿Te vale así??
- ¿Algo como un premio?

Nell se quedó pensando.

- Una buena historia, de la que estar orgullosa -contestó.

El niño permaneció callado. 

- ¿De qué escribimos? -le preguntó Nell más serena, olvidando el enfado por La Casa Mágica de la Señora Asworth y la carta del Editor.

- No importa ahora el tema, sino que quieras hacerlo... el resto, llegará.

Y sin decir más, el pequeño cartero agarró su bolsa-bandolera y salió por la puerta del despacho.
FIN.

Nota de la Autora.
Ahora en serio, descatalogan mi primer libro. O eso creo, así que si alguien quiere tenerlo, que lo pida en su librería ahora porque se esfumará y no se podrá conseguir. Y esta pequeña y minúscula gotita del gran océano editorial desparecerá para siempre:


No es de extrañar. El Castillo Ambulante estaba descatalogado hasta que Miyazaki le hizo la película. En fin, que nos pasa a todos, o a muchos.
A Stephen King seguro que no le pasa...
Bueno, lo dicho, que se acaba, se agota, se lo llevan, lo guardan, lo archivan, desaparece... y allá que van Katya y todos sus amigos. Me voy a tomar un té mientras lo asumo.
Editorial Planeta
Sello Espasa.
Decidle adiós que se va. O mejor, pedidlo en la librería.
Al menos podían saldarlo, digo yo...!!!
Saludos!!
Nelly.

Toc Toc - Teatro Prìncipe de Gran Vìa.

¡Qué buena es la obra!


Un puñado de personajes con problemas obsesivo-compulsivos que se juntan en una consulta de un afamado especialista.
El final lo adiviné, pero no en su totalidad. Fallé el quién. Mis dos personajes favoritos: el taxista y la chica que repetìa palabras.
Me ha gustado mucho el final porque es esperanzador. Es un final de los que suben la autoestima.
Y me ha gustado el taxista porque era el único que usaba las obsesiones de cada uno en su contra, lo cuál era divertidísimo... no es que las usara en su contra con mala intención, sino que sabía jugar con ellas.
El toc o trastorno obsesivo compulsivo es una reacciòn a la ansiedad extrema a través de una serie de rituales o conductas ilògicas que el que las padece sabe perfectamente que son absurdas. Pero que no se pueden evitar. Es como una supersticiòn pero llevada al extremo.
La ùnica manera de vencer el toc es siendo consciente del engaño y no reaccionando con pavor ante el pensamiento intrusivo recurrente. Todo depende de la reacciòn ante la idea que atemoriza al sujeto, y por más que este luche,se enfade o lea sobre el tema la ùnica forma de vencerlo es mediante la acciòn. Y con acciòn a veces me refiero a no actuar. Pero claro, dispara la ansiedad. Y ahì llegamos a otro punto importante, lo que genera esos pensamientos, el estres, puede no estar para nada relacionado con el pensamiento en sì. Puedes tener un examen y comprobar cinco veces una puerta que ya sabes que está comprobada.
Hay personas que no pueden trabajar por culpa de esto. Y hay gente que lo sufre en una medida menor.
La obra trata el tema con humor y caricaturizando las obsesiones más habituales. Visto de fuera, ¡parece tan fácil! Basta con que el miedoso pise una raya de la baldosa, con que la mojigata deje de comprobar, o ... Bueno, el taxista lo tiene más difícil porque lo suyo es una tendencia mental... que también es muy divertida porque retrata lo que es la obsesión. La mente obsesiva, que no para.
La actuaciòn del taxista es divertidìsima. Y aunque entre los que fuimos a verla hubo quien no conectò con la historia, otros nos reìmos muchìsimo...


Altamente recomendable.
Saludos!
Nell. (uy, que casi firmo con mi otro nombre...)
ja ja ja ja

Sueños que son historias: El Estado


Hace meses soñaba repetidamente con que tenía que volver a la Universidad/Colegio porque me había olvidado de una asignatura. Ese "trabajo incompleto", me agobiaba bastante porque -además- no sabía qué asignatura era.

Pero un buen día el sueño pasó. Y dejó de repetirse. Hasta hoy. Cuya variante especial ha sido que ya estaba en la Universidad. Iba de una clase a otra, con un horario un tanto desmadejado y no sé porqué, a última hora de la mañana, decidí entrar en una clase a la que llegaba tarde. Debía ser de Ciencias Sociales.

Para empezar, no había sitio, casi. Bueno, había un sitio ocupado por una mochila que la joven que tenía al lado quitó para que me sentara. En segundo lugar, ¡¡eran asientos muy pequeños!! Allí no cabía. Y en tercero, no sé porqué yo llevaba una bolsa llena de cosas de lo más pesadas: que si el abrigo, que si los libros, que si la agenda, que si los zapatos... uffff. Conseguí sentarme y traté de quitarme otro abrigo que llevaba puesto. No había manera...

De pronto el profesor, personaje detallado hasta la minuciosidad, escribió en la pizarra mientras lanzaba una pregunta a la audiencia:

- ¿Qué es el Estado?

Con referencia a la forma de gobernarse que tienen las sociedades humanas. Levanté la mano. El tío me ignoró y siguió hablando. Pues nada, levanté más la mano. Al fin le dije:

- Es la que forma que tienen los seres humanos de gobernarse. 

El profesor dijo no se qué, con unas palabras que me cuesta repetir porque era de lo más... cómo decirlo, era un profesor. Como uno de verdad, de esos que argumentan tan bien las cosas. Y no sé qué dijo que yo levanté más la mano todavía:

- Es que no hemos inventado nada mejor -le dije-, el ser humano necesita una organización social, y esa organización social la llamamos Estado.

El profesor volvió a contra-argumentar. Yo levanté aún más la mano pidiendo la palabra, algunos alumnos me miraron como diciendo: "déjalo ya". Pero que no, que a mí las teorías "fantabulosas" carentes de aplicación práctica no me valen. Y entiendo los idealismos y me encantaban los debates universitarios pero me gustan precisamente por eso, porque hay variedad de opinión.

De pronto el profesor subrayó la palabra "Estado" en la pizarra, se giró hacia la audiencia, terminó su argumentación y mirándome fijamente, se acercó y dijo:

- Aborrezco la idea de un Estado en el que el 90% de la población se embarcaría en un ataque nuclear sin rechistar.

¿¿¿Qué??? Perdona, ¿¿¿Queeeeeé??????
Todos estaban callados.
Levanté aún más la mano:
¡¡¡Será posible!!

- No, si criticar está muy bien -le dije-, ¿pero qué alternativa hay? ¡No vale solo criticar lo establecido sino damos alternativas! ¡No hemos encontrado una fórmula mejor todavía! (como humanos) y, ya existió una corriente ideológica que decía que el ser humano de manera natural era....

Me desperté.

¡¡¡Eh, no es justo!!! ¡¡¡No es justo!!! No había acabado: existe una corriente ideológica maravillosa que decía que el ser humano de manera natural era BUENO y que el Estado lo corrompía. Se llama "Anarquismo" y curiosamente terminaron poniendo bombas. Es como defender una ideología de la paz a base de armas, es como...

Mecachís.
Como vuelva a pillar a ese profesor en sueños vamos a tener una polémica de las gordas.
"Aborrezco la idea de..." anda que. Menuda frase: "aborrezco la idea de un Estado en el que el 90% de la población se embarcaría en un ataque nuclear..,." pero ¿de qué puñetas habla ese sueño...?
¿Se puede saber de dónde saca mi mente semejantes personajes??????????
¿¿¿Desde cuando tengo yo esas ideas?????

Voy a leer.
Saludos (/enfadados)
Nell.
;)

Audio Cuentos del Taller que organizamos en septiembre.

No una, sino dos, ¡dos actrices de doblaje! teníamos aquel día. La hermana de otro de los organizadores ha tenido la amabilidad de pasar nuestros cuentos a audio:

(advertencia: no son cuentos para niños, son relatos adultos)



¡Aquí os los dejo para que los disfrutéis!

Ah, por cierto, el mío es "La Musa".

^_^

Carpe diem...

Me estoy haciendo mayor... ¿qué otra cosa explica mi disfrute de actividades tan simples como contemplar la plaza de un pueblo tranquilo o admirar una dalia irregular que se abre de forma caprichosa?

Es la edad, seguro, ...







Había muchos niños jugando y montando en bicicleta, pájaros de todos los tamaños. Gorriones orondos, palomas valientes, otras más timoratas. Camareros amables, paisanos mirando para el paisaje... mucha tranquilidad y luz. 

¿Se puede pedir más?

Buena compañía, pero de eso, mira, también había....
Saludos!!!
Nell. 

Va de cine...

Sé que igual escribo dos entradas muy seguidas porque hoy vamos a ver en versión original (inglés) una película de un director español, ja ja ja... Ya es irónica la cosa, ¿no?

Esta semana he podido ver tres películas que me han gustado y merece la pena reseñarlas. La primera la he visto cien veces, pero me apetecía, y esta semana la he revisionado:

FUENTE: http://kronos.mcanime.net/foro/topic/338779/6














El Castillo Ambulante:
Al ser anime de Miyazaki hay que entender el lenguaje que usa (si la veis abrir la mente porque es "manga"). Se basa en una novela en la que Howl, por cierto, vive en nuestro mundo. Cosa que la pelí no cuenta. A decir verdad, a veces pienso que todo lo que ocurre es producto de su imaginación (había más puertas en esa casa...)
Es de autora inglesa. 
Con el libro me desanimo al poco de empezarlo (jajajaj, ¡me pasa como al mago Howl!) pero puedo reseñar varias cosas que hacen a esta historia grande. Chica acomplejada cae presa de un hechizo. Mago con pinta de héroe al que al conocerlo más vemos que no lo es. Se trata de un cobarde al más puro estilo infantil. Demonio del fuego con mucho encanto y malvada entrenadora de mago que dice esa frase tan fabulosa de: "... Y ella es un poco joven para ser su madre" ja ja ja. Tiene momentos. En el libro Howl llega a decirle a Sophie: "Traté de romper tu hechizo muchas veces... pero al final llegué a la conclusión de que te gustaba estar disfrazada". Menuda tropa de personajes. Uno tiene pataletas y si no es hermoso convoca a los espectros de las sombras, la otra dice que "solo vale para limpiar". Y los muy bobos se enamoran. Otra de las cosas que me gusta muchísimo es que la historia se cierra sobre sí misma. Todos los que la hayáis visto sabéis porque busca a Sophie. Y si no la hubiera buscado, ella no habría... bueno, ya sabéis. Eso de "búscame en el futuro" a mí me pone la piel de gallina y me da ganas de llorar... es una pelí preciosa.

fuente: internet, varias
 Margin Call.
Cambiamos de registro. Esta película tiene tantos buenos actores por metro cuadrado que cuesta creérsela. Hay que verla dos veces. Es más, está hay que verla de nuevo en versión original. Me encanta Kevin Spacey. 
Se trata de una serie de personajes en una gran firma antes de la crisis económica. O más bien, .... bueno, creo que la empiezan.
Hablan del dilema moral: que si nos van a odiar todos pero cuando la cosa va bien nadie se mete con nosotros.
Habla del sistema económico. De que han "juntado" en sus activos un montón de valores sin valor. De la compra y de la venta y de lo que se les viene encima. A ellos y al resto del mundo. 
La verdad es que te hace reflexionar sobre la riqueza. Y también sobre cómo será el mundo político (viendo cómo funciona el económico...). Al acabar de verla te alegras de ser una persona sencilla. 

La extraña vida de Timothy Green. 

Esta pelí es muy "Nelly" ja ja ja...
Me encanta. Es una pareja que no puede tener hijos y les cae del cielo "el Principito". Más o menos. Reflexionas sobre la familia con esta película. Primero todo era el niño, el niño, el niño... cuando el niño llega todo es: quiero que mi hijo sea mejor que los demás, quiero ayudar a mi hijo, etc. etc.
Qué padres más agobiantes.
Pero luego les ves la buena intención. Y el chico es absolutamente maravilloso. Porque tiene un corazón extraño. Es ... raro, es como el principito. Y luego todo lo ve bien. Es alucinante. Ya sé que el termino "alucinante" no queda muy bien en una reseña, pero es de esas películas que terminan y el mundo te parece un lugar más bonito. 





De momento lo dejo aquí, a la espera de ver Regresión, que va de sustos...
Y bueno, veremos, si me transmite lo suficiente, tendrá entrada, sino, no la tendrá...

Saludos otoñales!!!!
Nell. 

 

 

 

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