jueves, 24 de abril de 2025

Pensar.

 

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No sé cómo titular la entrada. No me atrevo a ponerle su verdadero título: "En el que Coso me deja sola".

Os cuento el porqué. Yo ayer no medité porque por la tarde-noche ya estaba muy cansada. Y si meditas así, es incómodo, porque te das más cuenta de lo cansada y espesa que estás. Es como sumergirte en una bañera de melaza y tratar de nadar. ¡Puaaaj!

Podría meditar por la mañana pero ya estoy tan cansada que todavía el cuerpo se está despertando.

La mejor hora... estoy en la oficina.

Pero no importa porque... bueno, el resto de días sí meditaba.

Os cuento cómo medito yo. Abro la página que me recomendó el compañero (por cierto, respecto al pan de ayer, es probable que publiquen un artículo en un periódico porque casualidades de la vida, un amigo trabaja en la sección de medicina de un gran periódico y su compañero no tenía tema del que escribir y la idea del pan que yo le mandé a una amiga, le entusiasmó). Para que veáis cómo viajan las cosas. Toda España va a leer (y más, el periódico es muy importante) un artículo de las ventajas de ese pan porque yo hablé con mi compañero...

En realidad,... todo viaja así. Es solo que no solemos tener acceso a todo el rastro. ¿Verdad?

Bien, pues yo abro la página y digo:

"Hoy de esta Sala... a ver ¿qué me apetece?"

"¿Qué sería apropiado hoy?"

"Venga, hoy la del sonido"

"Hoy la del cuerpo"

"Hoy esta porque es corta...y estoy cansada"

"Hoy esta otra"

"Hoy repito la que me gusta más"

Yo lo llamo picotear.

-Ayer no medité -le dije a mi compañero cuando subí a verlo.

-Sí. Lo sé.

Claro. Bueno.

-Es que estaba cansada...

Os resumo un poco la conversación, porque dijo:

-Picoteando...

Y... bueno. Pues sí. En lugar de saltar de pelí a pelí en Disney Plus,... salto de meditación en meditación. Pero, ¡eh! ¡Medito!

-Eso no es una meditación formal.

Uy.

Y entonces me dijo algo.

Como siempre... o casi siempre, contrasto o busco argumento a favor o en contra con mi Yo Interior. Ya sabéis, Coso... O lo que sea. Pensamiento. Quizás.

¿Sabéis lo que hizo mi Yo Interior en ese instante? ¿Sabéis lo que dijo a sus palabras?

Pues os voy a decir lo que pasó... me dejó sola. 

Totalmente.

Se ... volvió del todo transparente. 

Así, sin más.

Pero del todo.

Va,... y me deja sola.

¿De qué sirve una ... Guía Interior de Verdad, si cuando la necesitas para preguntarle una cosa desaparece?

Yo sé que no lo vais a entender. 

No me paso el día preguntándole cosas ni-mucho menos-, él hablando conmigo.

No funciona así.

Tú puedes hablarle mucho y él no contestarte nada.

Eso es una cosa.

Otra distinta es lo que ha hecho esta mañana.

Me dejó sola.

Y me diréis: "¿Notaste que se iba?"

No.

Noté que se convertía en cristal transparente. En plan: "Yo me evaporo" ¡fius! Yo me vuelvo transparente. NO... yo me voy, porque me muevo. No. No se movió, se volvió transparente. Y allí me quedé yo. SOLA. Sin nadie con debatir internamente si hacía o no hacía lo que decía mi compañero. 

¿¿???

Y ahora, ¿qué?

Miro a mi compañero.

Pestañeo.

-No puedes estar "iniciándote" veinte años. Esto es al principio... pero tú ya llevas muchos años. Ya no es al principio. Ahora... ((haz esto))

Vale, la frase sobre los años .... resulta que por casualidad me la dijo alguien una vez sobre la meditación y cierto problema de nervios. Yo, claro, me enfadé, porque científicamente NO SE SOLUCIONA. Es que los científicos lo dicen: "lo siento, esto no tiene solución". También es verdad que meditar es lo que mejor le va (hablamos de reportajes de ciencia, de neurociencia, de medicina...)

Pero solucionarse, solucionarse....

-No puedes quedarte ahí. Tendrás que avanzar.

Y va "Coso" y... no me dice nada.

Se ha vuelto transparente.

El caso es que, cuando llego a casa, me encuentro con que el fantasma que abre grifos se ha dedicado a jugar en el cuarto de baño. No es que haya abierto un grifo, no. Es que ha salpicado agua por todas partes.

"Vaaale"

Enciendo el televisor.

Elijo comer viendo Sherlock Holmes. Inicia la película y yo tomo dos rebanadas del pan sano y un trocito del pan no sano. Y arroz con pollo.

"Ya lo sé, ya lo sé" pienso, "pero dije que podría comer menos pan insano y más de este pan tan sano. Y hay que ir poco a poco"

En la tele, primera escena, sale Irene Adler llevando un paquete bajo el brazo. Sherlock la persigue, toma un poco de arroz, lo guarda en un bolsillo, va disfrazado de oriental, le quita el paquete a Irene, se pelean, Irene le dice: "¿Quedamos a cenar?"

Mientras yo zampo mi pan sano y cojo un trozo del pan no sano y me como una rica ensalda, abro la boca (pensando, "lo estoy haciendo bien y, aunque se entere mi compi no pasa nada. Sí lo sabe pues perfecto") y cuando voy a masticar mi rico rico pan, va Irene Adler y dice:

-Por favor, NO TE ATIBORRES A PAN.

Me quedo .... con cara de situación.

Miro la tele.

A ver... esto se llama sinergia, casualidad... lo que sea.

"OH, venga... vamos, no seas boba, es una casualidad".

Sigo comiendo y Sherlock se pelea con tres tipos que ayudan a Irene Alder. Yo acabo de masticar mi trozo de pan no sano y pienso: "vamos, no te asustes, esto no tiene nada que ver con el budismo"

Y en la tele uno de ellos grita: "¡Polizontes!"

Y va Sherlock Holmes, jajajajajaj... y se pone a meditar en medio de la calle y los malos a fingir que le observan y le dan dinero.

¡Jajajajaj!

¡Y ahora se pone a meditar!

¡Jajajajja!

Con los ojos cerrados la cámara baja hasta donde está él y parece ver el futuro.

Y gracias a ese momento de meditación vence a todos, de tal manera que hasta predice dónde va a caer una manzana.

Y ahí he parado la película.

"Por favor, no te atiborres a pan", dice el televisor.

Es surrealista.

Está bien, está bien.

De acuerdo, lo haré durante 30 días.

Lo que me ha dicho el compañero.

En cuanto al pan... venga! ya he reducido mucho. Y cuando esté tranquila pues menos comeré. ¡Jajajaj!

¡¡Hoy he desayunado fruta!!

¿No sería mejor, Universo, que me digas los números de la lotería?

Bueno, da igual.

Feliz tarde. 

Posdata: no encuentro la escena en español, pero es esta: 

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