Corría el año 1995 aproximadamente, cuando cambié a mi segundo instituto y me sentí más fuera de lugar que un pez en el desierto. Imaginad que procedéis de un sitio muy problemático donde lo mejor era esconderse y pasáis a un instituto que era un antiguo palacio donde lo primero que vi al entrar en el baño fue a una chica pintándose los labios. En mi viejo instituto, si alguien sacaba un pinta-labios le daban una paliza... Pero de eso no vamos a hablar.

Tuve que reinventarme y -la verdad sea dicha-, no me costó hacer dos amigas (igualmente nuevas y diferentes) y además me fijé en un chico en clase que ahora que lo pienso se llama igual que el protagonista de la novela que voy a sacar en 2022. El chico tocaba el violín y siempre vestía de negro. Era un músico. Joven, pero un músico elegante y serio. Y llevaba un pendiente en la oreja. Siempre iba a su bola y jamás logré hablar con él. Se llamaba Elías. Ahora es el personaje de un libro y jamás lo sabrá, porque tendrá 40 años y a saber dónde reside.

El resto de aquella clase nueva y extraña hablaba de "moda", de "famosos" y otras cosas sobre las cuáles yo no tenía nada que opinar. Un día salí al pasillo en un descanso entre clases y vi algo que sí reconocí. Un grupo de "malotes". Aquello, al menos, era conocido. Y me fijé en que uno de ellos llevaba una camiseta de Evangelion.

Podría haberse puesto otra camiseta aquel día. Pero no lo hizo. Karma, destino, casualidad. Es el creador de este blog. 

Pues bien, harta de no encajar en ningún lado, miré a mi amiga y le dije: "Vas a ver cómo desconcierto a esos chicos" y, ni corta ni perezosa, me dirigí directa hacia ellos. El que me doblaba peso y altura dejó de hablar -vestía una camiseta de hockey de los patos-, y los demás hicieron lo mismo. El de mirada opaca y camiseta negra con Rei y Asuka se quedó callado.

-¿Te gusta Evangelion? -pregunté.

No dijo "sí", no dijo nada de hecho, solo me miró y asintió. Con la mirada más grave que os podáis imaginar (se parece bastante al actor de Gladiator). Y acto seguido solté lo que pensaba (porque yo soy una chica un poco "dividida" en cuanto a gustos y opiniones):

-¡Pues es una m**da de serie!

Y me largué. 

Volví a la clase de ciencias mixtas, mientras que él, que era de matemáticas puras, se quedó allí sin responder. Y luego... un rato después, se asomó a mi clase y me vio.

Se acercó.

Y hablamos.

Hablamos de cosas que yo sí reconocí. De la Dragonlance, de las historias de caballeros, los personajes, los comics, de elfos, de códigos éticos, de los mangas y todas esas cosas en las que yo me refugiaba en mi otro instituto para tratar de quitarme de la vista de lo tíos que años después acabarían en la cárcel, en el hospital y en otros sitios (no todos, claro, pero mi viejo instituto era... es que no sé qué palabra usar. Un día vino una profesora de Madrid y el menos malo de los alumnos se le enfrentó y tuvimos que escoltarla llorando a la parada del bus, una amiga y yo. No sabía cómo decirle que ese chico que la amenazó era de hecho uno de los que podía llegar a protegerte cuando las cosas se ponían de verdad mal...) Pero ella, claro, eso no lo sabía. Fue raro acompañarla.  Ella tocaba el piano y venía de Madrid, de la ciudad. Ella no tenía ni idea de cómo funcionaban las cosas en mi instituto. 

En fin, tampoco quiero asustaros.

Cuando llegué a la ciudad entré en un centro educativo donde se hablaba de moda. En fin. Fue un cambio demasiado grande. 

Tiempo después, el creador de este blog me habló de cómo me conoció en una carta, en la cuál dijo: "y de repente veo acercarse a un grupo al que nadie se quiere acercar una chica de ojos claros..."

¡Jajaja!

 "Y Quique se quedó callado y sonrió para ver qué burrada le soltaba yo a esa chica..." (recuerdo la sonrisa de Quique. Era el de la camiseta de los patos)

"Y de repente va y me pregunta por Evangelion...."

Pues sí. Vamos con Evangelion. Vamos con la serie que dio lugar a una amistad... y os diría que a este blog.

La serie arranca con la llegada de Shinji Ikari a la nueva ciudad de Tokyo. Dicha ciudad es asolada por ataques de unas criaturas llamadas ángeles. Para repeler dichos ataques, el padre de Shinji, Gendo Ikari, en colaboración con su mujer que murió durante el proyecto, y otros personajes que veremos a lo largo de la saga, crean unos robots que sólo pueden ser pilotados por niños humanos capaces de sincronizarse con ellos. La versión americana de esta historia se llama Pacific Rim, y es una pelí que habéis visto muchos. Yo aluciné por el plagio, pero bueno, me parece bien que lo popularicen. La historia no es igual, pero la idea de los robots, sí. Sólo que los de Evangelion están vivos de verdad.

Shinji es invitado a pilotar el Eva (uno de los robots) y no quiere. Existen varios robots: el Eva 00 pilotado por Rei, una curiosa muchacha de ojos rojos -que más tarde nos enteraremos de que es un clon creado a partir del adn de la madre de Shiji y de los extraterrestres que atacan la Tierra-, el Eva 01, que es el de Shiji (su madre murió dentro, fue absorbida por él durante las pruebas) y el Eva 02, que es de Asuka. Veréis, Shinji es de caracter depresivo. Rei.. está vacía (no es humana del todo) y Asuka está loca. Pero Asuka es "entendible". De los tres niños piloto, Asuka era... la luchadora. Los demás no quieren pelear (bueno, de Rei no lo sabemos, la verdad), pero Asuka estaba orgullosa de ser "la elegida" y era mitad alemana y mitad japonesa y entra en escena en plan "apartaros todos que aquí vengo yo, me sincronizo al 99.9% con mi robot y voy a darle caña a todo el mundo". Era mi favorita. 

Asuka sólo tuvo un problema, sólo uno, y es con el ángel que trató de entenderla. Podía repeler cualquier ataque, menos uno que fue: "hola, déjame entender tu corazón". Y ahí, el personaje se desmorona. ¿Por qué? Porque Asuka lo basaba todo en ser la mejor, y no ver ... lo que sentía. Tiene gracia que casi se vuelva loca cuando un ángel intenta hablar con ella. De hecho está muy bien pensado. Con los ataques no tiene problema.. pero no le preguntes lo que siente. 

Shinji se pasa toda la serie intentando huir del sufrimiento ("mi padre no me quiere", "no sé qué siento  por Rei", "quiero a Asuka pero Asuka me rechaza", etc. etc. etc. ) 

En sí toda la saga es complicada de entender y está desordenada, pero parece que se basa en unos manuscritos del Mar Muerto que dicen que cuando el ser humano deje de evolucionar, desaparecerá. 

Al parecer, en origen, unos seres divinos podían mandar a cada planeta dos tipos de seres que daban lugar a dos tipos de vida: si en el planeta caía Lilith... evolucionaba vida humana o similar, pero si caía Adan... surgían los llamados "ángeles". La vida de los descendientes de Lilith era mortal, los de Adan... no. Los descendientes de Lilith razonaban, los de Adan... al menos como nosotros, no.

El problema es que  a la Tierra llegan los dos seres por error. Primero Adan... y evolucionaron los monstruos. Pero luego... llegó Lilith. Si ambos seres coinciden en un planeta, se activa una "lanza" que hace retroceder a uno de estos dos seres a la forma de embrión. Se supone que a la Tierra llegó primero un Adan, pero la lanza de Lilith se destruye cuando llegó ella, por lo que la lanza de Adan se activa y provoca que todos los que había creado se conviertan en "seres hibernantes". 

Por tanto, la Tierra se convierte en un planeta de humanos. Y así nos va.

Como no nos estamos quietos, alguien mandó una expedición a buscar a Adan. Consecuencia: el llamado "Segundo Impacto". Lo despertaron, se cargaron medio Polo Norte y la liaron parda.

Todos los ángeles empiezan a atacar Nuevo Tokyo con el fin de llegar hasta Lilith (y también hasta Adan, que es custodiado por la misma organización que tiene a Lilith, la creada por el padre de Shinji).

Para repeler estos ataques tenemos los Eva(s) y a los niños piloto.

¿Qué ocurre al final de la saga?

El manga y la historia de televisión que es realmente pintoresca (tiene escenas de 8 minutos sin hablar y capítulos introspectivos con las "rayadas" de Shinji) terminó con una película que muchos fuimos a ver a Lfnac en la que... los propios seres humanos van contra Nerv (es decir, van a por Lilith) y Gendo, el padre de Shinji, le dice a Rei que "ha llegado el día prometido". Lo que pretende es juntar a Rei con Lilith y desencadenar el tercer impacto. Es decir, se acabó la individualidad. Todos los seres sintientes de la Tierra vuelven al mar que eran al principio. Y sin división... no hay sufrimiento. De eso va la serie, al menos para mí.

Pero ¿qué ocurre?, pues que de algún modo, entre tanta rayadura mental y tantos personajes desquiciados, Rei, de alguna manera, se enamora de Shinji. Cuando los humanos atacan Nerv, la tutora de Shinji (Misato) da la vida por el niño y lo arrastra de planta en planta por las instalaciones, para salvarlo porque lo quieren matar, y le dice que se suba al Eva y que defienda el fuerte pero aquí el bueno de Shiji está deprimido y le da igual todo. Sólo con eso, ya el muchacho te cae mal.

No hace nada.

Asuka está en el hospital y para tratar de salvarla la meten en su robot. Rei decide por su cuenta no hacer caso a Gendo (que la ha creado y la trataba como un muñeco) y ella misma se fusiona con Lilith, desencadena el tercer impacto, va en busca de Shiji y cuando lo tiene delante le plantea esto:

Y aquí es donde nuestro protagonista, nuestro querido Shinji por el que han dado la vida muchos, responde: "que desaparezcamos todos". 

Y tú piensas: si estoy dentro del anime le doy un bofetón.

Misato no debió darle un beso, debió darle un bofetón.

Como veis yo no soy fan de Shinji. 

Pues bien, pese a ello, pese a fundir a todos los seres sintientes del planeta en un mismo mar, la escena final de la película es Asuka (a la que habían descuartizado a mitad del film los enemigos de Nerv) y Shinji, vivos, en una playa. Y piensas: "Ahí tienes el reinicio de la Tierra. Adan y Eva. Shinji y Asuka".

Es decir, Rei los salva. Por amor. O por lo que sea.  

¿Y qué hace Shinji?

Trata de estrangular a Asuka. 

¿Y qué hace Asuka? Le acaricia la cara.

FIN.

Imaginad mi estupor y la expresión del creador del blog cuando, con catorce años, vimos esto. Nos miramos como diciendo: "¿¿Ein?¿??"

Pues bien, pasan 20 años, te olvidas de todo esto y de repente un día en 2021 abres Twitter y lees: "Qué bueno el nuevo final de Evangelion", junto a una imagen de Shinji de mayor saliendo del metro y tirando de alguien que parece ser Asuka, que sale de espaldas y muy feliz.

¿¿¿????

¿Cómo?

¿Pero qué han hecho? Pregunto en Twitter porque... la mayoría de los que hablan de la serie, ¡ni siquiera estaban vivos en 1995!

Y entonces, me entero: que hicieron una serie nueva, que es una "vida paralela" ¿Mundo paralelo? ¿¿¿¿realidad paralela????

Y que no acaba así. Que no acaba todo con Shinji intentando estrangular a su única compañía planetaria porque sufría y no le gustaba la separación de los corazones humanos. A Shinji me daban ganas de zarandearlo..

¿Que si me gusta la serie? No. Es algo que sólo puedes ver con 13 años porque tienes paciencia y la mente abierta. A mí dejó de gustarme el manga hace mucho (aunque sé pintarlo jejejejej). Las dos últimas obras que me gustaron son "El almanaque de mi padre" (costumbrista, novela gráfica, os la recomiendo) y Monster (que no llegué a terminar pero arranca de una premisa extraña, un doctor hace lo correcto y desencadena algo terrible...).

Pero... lo demás me dejó de gustar. Era todo muy repetitivo y muy rayante. Empezaron a gustarme otros argumentos, cosas menos estrambóticas y mejor llevadas. Muchos años después conocí a alguien que me recomendó libros maravillosos.