Ay! Madre!

Bueno, esta entrada de aquí es una tontería pero...De pie a la sombra de un árbol acaba  de caerseme una manzana en la cabeza y de repente he comprendido la realidad.

Siempre le decía al Muso que el destino era muy irónico conmigo. Si yo decía "odio el blanco", me venía mucho blanco. Pero es que me acabo de dar cuenta de una cosa. 

Hace dos días viendo un anuncio de coches, pensé: "Que estupidez. Si es un coche. ¿Qué le puede ver la gente  a ir en un coche, si te pongas como te pongas no es más que un coche en esencia como el mío? ¿Gastarte una millonada en un Super coche para ir sentada como voy yo? Qué tontos! No lo entiendo" 

Ayer sábado un amigo me invita a un paseo en un Mazda x5 descapotable, de 160 caballos, con asiento con calefacción individual. Y me contó que para él ir a la sierra a perderse con ese coche era como meditar. 

Esto... Son las casualidades cósmicas de las que yo hablo. 

El paseo fuer maravilloso. La experiencia super curiosa. Vas muy baja en ese coche per es muy, muy cómodo. Y no era caro. De hecho, jajajja, lo compró de segunda mano y costó menos que el mío. Tuve que tragarme mentalmente mis palabras. 

Estas casualidades me pasan desde niña, motivo por el cual yo intentaba usarlas a mi favor "no quiero ser rica" "no quiero esto y lo otro". 

Así no funciona. Ya os lo digo. 

El reloj del Cosmos que decide nuestros destinos es más toca pelotas. Funciona así "Yo no salgo contigo porque yo jamás saldré con un mecánico". Y tres meses después estas con un tipo que resulta ser el dueño de CarGlass (y sin querer) 

"No entiendo a la gente que usa el Twitter, que superfluos son". Y a los dos días tu editor de dice "hazte un Twitter y aprende a usarlo". 

Yo jamás haré esto.. Toma
Yo me río de aquella porque... Y vas y el destino te pone en su misma situación, pero peor. 

Todo esto, mucho más sutil, claro. 

De pie, bajo el árbol, compendio todos esos momentos en axiomas. Mi frase, mi pensamiento y la casualidad posterior. 

Y es entonces cuando me doy cuenta. Y cuando comprendo porqué pensar en algo que quieres como si no lo quisieras no funciona. 

¿Qué me está diciendo el Destino? No me dice soy irónico. 

No juzgues. 

Oh, puñetas.
36 años. 
Me sucede desde pequeña y he tardado 36 puñeteros años en darme cuenta. 
Hay que fastidiarse. 

Claro, los siguientes minutos ha sido Super raros porque yo comparo todo el tiempo. ¿No es lo que hacen los científicos? 

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