Hace unos meses encontré en una tienda una hucha con forma de muñeca japonesa. Era tan bonita que no pude evitar llevármela y además, me dije, era una buena inversión puesto que servía para ahorrar.
El caso es que llevo 6 meses metiendo euros en la hucha, toda ilusionada, y hace unas semanas pensé: "Ah, pues la abro para el viaje a Venecia". Pero no había dinero suficiente para el billete, así que la volví a cerrar.
Luego intenté abrirla de nuevo pero resultaba tan difícil hacerlo que desistí...Y así la hucha se ha mantenido a salvo mes tras mes.
No hacía más que darle vueltas pero nada me parecía lo suficientemente importante como para abrir mi hucha de japonesita.
Y yo soy como el Tío Gilito, de los dibujos animados. Así que me dije: "no vale ahorrar por ahorrar, porque si no ahorras para algo el esfuerzo no tiene sentido".

Hasta esta mañana.
Venía yo en el metro pensando en mis cosas cuando de repente se me antojó una cosa que llevaba tiempo queriendo tener: una Nintendo DS.
Pero claro... ¿tendrá euros suficientes la japonesita?
Es un regalo demasiado caro como para pedirlo... entre otras cosas porque ya hecho una carta de Reyes. Y no sería justo.
Por otro lado, si cada vez que enciendo la tele no me encontrara un anuncio del profesor Layton, jajajaja, pues la cosa tampoco se me habría ocurrido, lo reconozco. Pero es que el SIMS y el PROFESOR LAYTON, me pierden...
Así que sí. Me apetece.
Me cuesta decir esto pero: me apetece gastarme la pasta en un capricho.
Pero... no.
Me siento culpable.
Esto no puede ser.
Tengo una parte "hormiga" y una parte "cigarra".
La parte "hormiga" me dice: nooooo, ni de coña, ¿qué vas a comprarte eso? ¡Ni se te ocurra! Trabaja, trabaja... gástatelo en algo noble.
La parte "cigarra" contra-argumenta: ah, o sea que si es ropa, sí, si es una cobaya, sí, o si te lo gastas en vida social, también. Pero en algo que te apetece ni de coña ¿no? ¡gástatelo en lo que te de la gana!
La hucha con forma de japonesita contempla esta pelea sin entender.
Y entonces, ¡¡llega la parte inteligente!!

"Hagamos un trato. Lo que llevas ahorrado en la hucha es en sí un trabajo pues lo has estado ahorrando durante meses para gastarlo en algo que te hace ilusión. Esto te hace ilusión, y es una recompensa al esfuerzo. Luego si la mitad de lo que vale la nintendo está en esa hucha, ¡te la puedes comprar!"
^^
Y ¿por qué os cuento este rollo ahora? dirá alguno. Pues por lo siguiente: he tenido un mes... con una carga de trabajo y de estres que no os podéis ni imaginar. En el sentido de que yo tengo que cumplir unos objetivos. Y... soy el máximo nivel dentro de mi puesto, luego también me piden más. Cuando no llegas, bajas de nivel. Soy de las pocas...no, espera, soy la única, hasta la fecha, de mi grupo que sigue manteniéndose en un nivel tan alto (la única chica, la que quedaba en mi nivel se cayó el mes pasado). Pero este mes... si me piden un 50% de determinado ratio, estoy en 49%.
Y no llego.
Ayer estaba de los nervios. Me gusta cumplir mis objetivos, es más, me apasiona cumplir mis objetivos. Pero cuando ya no depende de ti (y es que en este caso depende de otros compañeros), yo no puedo hacer más. Tengo dos opciones, enfadarme. Entristecerme. O darme un premio por llevar un año con unos resultados inmejorables. Y por el esfuerzo.
He optado por esta opción. De ahí lo de abrir la hucha de japonesita. Todo esfuerzo/éxito tiene que tener un grado. Sobrepasado determinado nivel de esfuerzo el éxito no te compensa. O más bien, la recompensa no te compensa el esfuerzo. Ese es mi modo de verlo.
Así que creo que me merezco esa DS.